«Sopesamos arrojarnos al río, pero había demasiada corriente»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

cedida

Dos agentes locales rescatan a un perro en aguas del Lérez

21 feb 2017 . Actualizado a las 13:48 h.

Calcetines volvió a nacer este viernes gracias a la valentía de una patrulla de la Policía Local de Pontevedra. A primera hora de la tarde, un vecino de Mourente lanzaba un SOS a través de las redes sociales y distintos grupos de WhatsApp: el perro que tenían en acogida en su casa mientras se recuperaba de unas lesiones había conseguido abrir una ventana y emprender la huida.

Casi a la misma hora, y desconociendo esta alerta, la Jefatura municipal era informada de la presencia de un can en el entorno de la presa de Monte Porreiro que era incapaz de alcanzar la orilla. Una patrulla, ya en el lugar del incidente, confirmó que la mascota estaba atrapada en una zona de muy difícil acceso, una especie de islote.

Uno de los agentes, apoyándose en los troncos, descendió hasta las inmediaciones de Calcetines. En un principio, este se mostró dócil, si bien, en cuanto observó que el policía trataba de cogerlo, se asustó y se revolvió lanzando mordiscos al aire.

Valoraron la posibilidad de emplear una cuerda para izarlo, pero se desechó después de unos segundos al comprobar que estaba demasiado nervioso y podría poner en riesgo su integridad. En esas estaban cuando, inquieto, se movió desplazándose hasta un tronco cercano, en el que, en un momento dado, perdió el equilibrio precipitándose al agua

«Sopesamos arrojarnos al río, pero había demasiada corriente. Si hiciera falta sí nos tiraríamos, pero no hizo». Fue, al parecer, el pensamiento que se les vino a la cabeza a los policías locales. Optaron, entonces, porque el segundo policía descendiese hasta unas rocas para, introduciéndose un poco en el agua, sacar al can y llevarlo a la orilla.

Estaba tan cansado que, nada más tocar suelo con sus cuatro patas, se tumbo con síntomas de hipotermia, pero fuera de peligro. Dado que no tenía chip, era imposible determinar su dueño. No obstante, finalmente pudieron localizarlo a través de la alerta que se difundió por Facebook. «Si no fuera por estos policías, ahora estaría muerto», reconoció ayer agradecido el vecino de Mourente que lo acogía.