«Esta provincia no es una isla en la Administración de Justicia, para nada»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

Destaca que Pontevedra fue paradigmática a la hora de superar la estructura provincial de la Justicia

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La presidenta del Consejo de la Abogacía Española, Victoria Ortega Benito, fue testigo de excepción de la toma de posesión de Ramón Jáudenes como decano de los letrados pontevedreses. A fin de cuentas, este último es secretario general en el Consejo: «Hablo a diario con él y en ese hablar diario, como tiene pasión por su colegio, me cuenta todo lo que sucede en Pontevedra. Los problemas tampoco son distintos a los que se ven por el resto de la abogacía. Son necesidades de juzgados nuevos, la necesidad de una Justicia que funcione de una manera menos lenta, el tratamiento de la Justicia gratuita... Estoy al corriente de Pontevedra y si sucede algo puntual, desde luego, me entero. Pontevedra no es una isla en la Administración de Justicia, para nada».

-¿Cuáles son los retos que tiene que afrontar la abogacía?

-A los mismos retos que el resto de la sociedad. En lo que ya es el ámbito de la Justicia, llegar al tan denominado pacto de Estado por la Justicia, llegar a un consenso sobre los elementos básicos dentro de esta Administración que sería necesario modificar para alcanzar una Justicia ágil, eficaz, transparente.

-Estamos en un momento en el que se habla de derogar leyes...

-Claro, estamos en el momento idóneo. Ya no se va a legislar en base a Reales Decretos, hay que llegar a acuerdos, a consensos... Es el momento idóneo para conseguir esta aspiración, que creo que es la aspiración de todos. En el diagnóstico coincidimos todos, lo que hay que hacer es ponerse a trabajar y hacerlo.

-¿Y en la solución coinciden?

-Bueno. Hay estamos obligados a ponernos de acuerdo. Como en cualquier acuerdo, tenemos que hacer todos concesiones y ceder. Lo que no puede ser es que cada uno imponga su postura, su idea. La abogacía está ilusionada.

-La abogacía se ha destacado por su papel dialogante con la clase política. ¿Hay correspondencia?

-Justo es decir que, igual que hemos tenido momentos peores, con el ministro Rafael Catalá hemos tenido la oportunidad de hablar, de dialogar.

-En Pontevedra se ha venido hablando de la necesidad de reformar la planta judicial, que hay demasiados partidos judiciales...

-Respetando la cercanía de la Administración de Justicia con el ciudadano, porque no nos vamos a cargar eso, tenemos que hacer una organización más racional y menos rígida. Es lo ideal, pero esto no puede suponer es el alejamiento del ciudadano. La organización judicial probablemente necesite tener otras estructuras. Ya se superaron cuestiones conflictivas, como era el ámbito provincial y es algo que no me importa decir en Pontevedra porque es un sitio paradigmático por Vigo. Esas dificultades iniciales de la estructura provincial que producían tanto rechazo ya fueron superadas.

-Bueno. En algunos momentos, aquí siguen produciendo rechazo.

-Creo que es algo que se planteó en su día, pero que ha sido retirado. Esto no quita que, efectivamente, haya que acudir a organizaciones colegiadas que pueden ser más eficientes y eficaces.

-Con la Justicia tengo la sensación de que se cumple eso de que cambie todo para que nada cambie. Durante años se habla de reformas, de la oficina judicial y todo sigue igual. Se habla de papel cero y resulta que los sindicatos afirman que se gasta más papel que nunca...

-En el aspecto tecnológico estamos en el momento más complicado, es el momento del cambio. Probablemente, no se hizo como tendría que haberse hecho, tendría que haberse tenido mayor previsión, más formación y, desde luego, no puede ser es que tengamos en el territorio nacional siete sistemas distintos y que entre sí no se comuniquen. No es de recibo. Estamos cambiando y existe una resistencia natural al cambio. Con lo que hemos invertido, hay que llegar al final y tiene que funcionar, y funcionar bien. Hay que llegar al papel cero porque se han hecho las comunicaciones telemáticas y el expediente digital. Lo que la abogacía exige es que lleguemos al final. No podemos pararnos. En cuanto a la oficina judicial, es algo fundamental. Hace falta incidir en ello.