Cuerdas y grúas para retirar una treintena de becerros en Cuntis

C. Pereiro CUNTIS / LA VOZ

AROUSA

Cada Concello es responsable de eliminar los restos, lo que supone un desembolso cercano a los 2.000 euros

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los servicios de emergencias de Cuntis no disfrutaron del pasado festivo como les hubiera gustado. La treintena de becerros muertos aparecidos entre el municipio termal y A Estrada ha requerido de un plan de urgencia para tratar de sacar los restos de su ubicación lo antes posible. ¿Cuál es el problema? Que no se trata de una tarea sencilla, ni mucho menos.

El autor del vertido -que es la clasificación legal que definiría este delito- lleva operando varios meses en la zona, o al menos así lo indica el avanzado estado de descomposición de algunos animales. También hay restos que no parecen llevar más de tres o cuatro días a la intemperie. Supuestamente, llegaría con algún vehículo de mediano tamaño, o un remolque cerrado, y arrojaría desde la carretera, terraplén abajo, las reses muertas. Ahora, toca recuperarlas.

Desnivel

Los miembros de Protección Civil de Cuntis han ido sacando entre ayer y hoy la mayoría de cuerpos. El desnivel llega a ser tal, que desde la carretera a donde se encuentran los becerros hay varias decenas de metros. Ello obliga a instalar poleas para enganchar los cadáveres, y el uso de cuerdas para seguridad de las personas que tratan de llegar hasta ellos.

Posteriormente, los animales son introducidos en sacos de gran tamaño y se dejan al borde de la vía para que sean recogidos por un gestor autorizado, en este caso Gesuga. Una vez en el interior de su camión, pondrán destino a A Coruña. Además del difícil acceso, los trabajadores del Concello se han topado con lo desagradable que supone recoger restos de becerros que llevan semanas siendo devorados por insectos. El fuerte olor obliga a trabajar con máscaras empapadas en alcohol u otros productos que lo camuflen en gran medida. En algunos casos, apenas quedan unos huesos.

A lo largo de varios kilómetros de la PO-222 dirección A Estrada, las bolsas en los márgenes de la carretera llamaban ayer la atención de los vecinos del lugar, que paraban a preguntar a las autoridades presentes de qué se trataban. La investigación aún no ha arrojado ninguna novedad relevante, aunque fuentes cercana a la misma han comentado la posibilidad de que se trate de un cebador o un tratante de la zona. En ese sentido, también se trabaja con la hipótesis de que el autor del delito no pertenezca a los municipios de A Estrada o Cuntis, sino que tenga su hogar en alguno de los concellos limítrofes como Campo Lameiro o Moraña. Cerca de la zona no hay ninguna explotación cercana.

El alcalde Manuel Campos recuerda la elevada multa a la que podría enfrentarse -entre 3.000 y 60.000 euros- este desconocido. Por lo pronto, la retirada de los becerros costará a los Concellos unos 2.000 euros, al tener que hacerse cargo del servicio.