Los precios del berberecho alientan el regreso de la flota a Os Lombos do Ulla

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Tras un mes de campaña, los barcos se reparten por la ría y dan un respiro a O Bao

03 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha pasado un mes desde que la flota del raño arousana se repartió por las zonas de libre marisqueo. En estas semanas, el panorama ha cambiado. Recuperemos la foto fija del primer día de faena: 427 embarcaciones trabajando en O Bohído, 66 en Os Lombos do Ulla, 97 en Cabío y cerca de un centenar más en el resto de las zonas. Fijémonos, ahora, en los datos de ayer. Según la Consellería de Mar, despacharon 276 barcos para la zona de O Bao, al río se acercaron 178, a Cabío 130 y unas 41 embarcaciones pusieron rumbo hacia otros rincones de Arousa. Es evidente que ha habido movimientos dentro de la ría. Y apuntan desde el sector que esas migraciones tienen más que ver con lo que ocurre en tierra, con los precios que logran los mariscos, que con ninguna otra variable.

Una de las claves de la campaña es el berberecho. Este bivalvo ha vuelto a la desembocadura del Ulla, donde la Xunta apuntaba hace unas semanas la existencia de 700 toneladas de producto en talla comercial. Los primeros días, los mariscadores que intentaban dar con ellos volvían a tierra desolados, convencidos de que no había producto que rascar. Pero las capturas han ido mejorando tímidamente con el paso de los días. Tras varios años en los que las cantidades que llegaban a las lonjas era irrisorias, en el primer mes de campaña salieron de Os Lombos do Ulla casi 18.400 kilos de este marisco. Es, eso sí, es un producto de tamaño muy pequeño. «Pouco máis que chícharos», los describen.

En la lonja

Pese a su reducido tamaño, el berberecho está alcanzando en las lonjas de la ría un precio medio más que razonable: 3,27 euros. Esa cotización sorprende a los propios mariscadores, que asisten incrédulos al aguante de las cotizaciones en Arousa mientras que, un poco más al norte, en Noia, los valores del producto están en mínimos.

Con esos precios, el viaje hasta Os Lombos empieza a valer la pena, aunque sea por poco. Esta especie no es la única que está logrando buenas cotizaciones, incluso en un mes tradicionalmente gris. La almeja rubia se cotiza bien, y el reló, abundante en Cabío, está vendiéndose, a más de 2,50 euros, lo que supone unos ingresos a tener en cuenta para los rañeiros, que parecen estar optando por repartirse por la ría.

Ese reparto tiene una consecuencia inmediata y directa: aliviar la presión que se estaba ejerciendo sobre el banco de O Bohído. Durante la última campaña, y también durante el arranque de esta, en esta zona de O Bao se arremolinaban más de cuatrocientas embarcaciones, lo que suponía una presión insoportable sobre el recurso. De esa circunstancia eran conscientes los mariscadores desde el principio, pero aún así recurrían a este área de trabajo por proximidad y por miedo a no cubrir gastos en desplazamientos más aventurados.

A corto plazo

Aunque ahora el banco de O Bohído está menos saturado, desde el sector miran con preocupación el estado en el que ha podido quedar tras el enorme esfuerzo al que se ha visto sometido. De esa y de otras cuestiones debería hablarse en una reunión que, según lo previsto, se celebrará a lo largo de este mes. Un encuentro en el que sector y Xunta tendrán que analizar cómo se ha desarrollado la campaña hasta la fecha, revisar topes de capturas si fuese menester, y empezar a pensar en el futuro de cada una de las zonas en las que faena la flota.