Si el año pasado fueron 5.724 los pacientes de la EOXI de Pontevedra e O Salnés derivados a Santiago y a Vigo, tres años antes, en el 2012, fueron bastantes menos. En concreto, 4.886. En ese ejercicio, con el modelo anterior vigente, solo 495 usuarios tuvieron que desplazarse a Santiago para intervenciones y tratamientos, mientras que 4.391 se remitieron a Vigo.
En su día, el Colegio de Médicos también vinculó el nuevo mapa sanitario con el proyecto de hospital único de Pontevedra. Entonces todavía estaba sobre la mesa la construcción de un nuevo hospital en Monte Carrasco, en la parroquia de Marcón, hoy descartado al apostar la Xunta por la ampliación de Montecelo. Para la entidad que agrupa a los facultativos la creación de esas áreas de referencia ponía en riesgo el compromiso del nuevo hospital.
Lo que pide ahora la entidad que preside Luis Campos, recientemente reelegido como presidente, es que el hospital y su gestión sea 100 % público y no ocurra lo del Álvaro Cunqueiro, de Vigo. El Colegio solicitará a la Xunta que la licitación del denominado Gran Montecelo no vaya más allá del 2017 para agilizar los plazos y recuperar, en la medida de lo posible, el tiempo perdido. Lo que defienden los facultativos es que Pontevedra, como «tercera área en población de Galicia tras Vigo y A Coruña», tenga los mismos servicios que Lugo y Ourense. Tres se consideran innegociables: radioterapia, medicina nuclear y hemodinámica. Los dos primeros, ahora en Vigo; y el tercero, en Santiago, para los pacientes de Pontevedra.