El Plan de Sendas de la Xunta de Galicia aparentemente busca democratizar el uso de la bicicleta en Galicia y no ser solo un actividad para deportistas con buenas condiciones físicas.
Existe una dicotomía en el mundo de la bicicleta entre los deportistas, los cuales son reacios al uso de carriles bici ya que entienden la bicicleta solo como actividad deportiva, y, por el otro lado, el usuario de bicicleta más urbano o turístico, que no encuentra su lugar rodeado de vehículos a motor. Son dos mundos distintos, a veces opuestos, que tienen visiones distintas de este Plan de Sendas, como quedó claro con la construcción del carril bici de A Guarda.
La Xunta está mirando claramente al usuario no deportivo, buscando crear itinerarios para el cicloturismo y movilidad urbana al escoger la PO-308, la PO-531 y tramos del Camino de Santiago, pero sobre todo por el modelo constructivo por el opta, la senda mixta y el carril bici segregado. Esta opción es la preferida por novatos y las familias, mientras que plantea muchos reparos por parte de los deportistas que claman por mejores arcenes. La mayoría de la población quiere una forma segura, cómoda y tranquila para desplazarse en bici sin los agobios y el estrés de convivir con conductores mas preocupados de llegar unos segundos antes que de respetar el metro y medio en los adelantamientos. El Plan de Sendas nos ilusiona, pero si quiere tener éxito debe crear una infraestructura de calidad, con ancho suficiente y tener un trazado coherente. No sirven de nada pequeños tramos inconexos que dejan al ciclista en medio de una vorágine de coches.