La suya fue la única candidatura que se presentó en la asamblea extraordinaria para optar al cargo
20 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No hubo sorpresa ni, por lo tanto, habrá cambio en la presidencia del Liceo Casino. La de Antonio Castro fue la única candidatura que se presentó para asumir el cargo en la asamblea extraordinaria que se celebró hace unos días en la sociedad vilagarciana. El reelegido presidente ya había adelantado hace unos meses su disponibilidad para seguir al frente de la entidad en el caso de que no se presentara alguna alternativa, como así sucedió tal y como se preveía. No es raro. No es en estos momentos un trago muy envidiado el de estar al frente de esa sociedad.
Castro apuntaba ayer que en unos días se reunirá con su equipo de colaboradores para comenzar a trabajar. El presidente asegura que contará con un nuevo vicepresidente y con un nuevo secretario en la junta directiva.
La concesión de la cafetería
Por otro lado, una de las grandes novedades que presenta el curso para el Liceo Casino es que la cafetería tendrá un nuevo concesionario. La instalación será remodelada y a partir del día 1 de octubre comenzará a funcionar con la nueva dirección.
Por lo que respecta a la opción de tener que reducir el personal para intentar que los gastos no sigan devorando a la sociedad, Castro apunta que es una decisión que todavía no ha tomado y que será tratada en la primera reunión de la nueva junta directiva.
El diagnóstico del enfermo está más que claro y no le escapa a nadie. «El problema es que somos muy pocos socios», lamenta el presidente. Tan pocos como alrededor de trescientos para una entidad que llegó a contar con 1.800 hace no demasiados años. La última idea que salió de la presidencia para intentar aliviar la carga tuvo al Concello como destinatario. El presidente ofreció a Ravella las instalaciones para que les saque un provecho que, ahora, se le escapa a la veterana sociedad vilagarciana Las cuentas que en una asamblea anterior desplegó Castro son aterradoras: cada mes el Liceo Casino gasta cinco mil euros más de los que ingresa.