Nos enteramos hace una semana porque un vecino del barrio de Os Duráns se encontró con una carta en su buzón, pero la verdad es que información, bastante poca». Así tuvo la primera noticia sobre las interferencias entre la tecnología 4G y la señal digital de las televisiones Manuel Somoza, uno de los socios de la gestora de comunidades Manfer. Pocos días después, el teléfono de la firma vilagarciana echaba humo. «Lo cierto es que estamos recibiendo una avalancha de llamadas», reconoce el gestor.
Hay cosas a las que el común de las gentes pueden renunciar sin demasiado pesar. La televisión no es una de ellas. Así que, como primera medida, la comunidad afectada implantó un filtro para impedir que la señal de 4G siguiese invadiendo el canal de la televisión y los vecinos pudiesen contemplar las emisiones. A continuación, Manfer se puso en contacto con la compañía Llega800, encargada de ejecutar la transición hacia la nueva tecnología móvil. «Nos dijeron que tomaban nota y que en 48 horas habrían solucionado el problema, pero que teníamos que retirar nuestro filtro», apunta Somoza.
La comunidad lo hizo, para comprobar inmediatamente que lo que antes se limitaba a interferencias en un par de canales se había convertido en un apagón en toda regla. No hubo más remedio que colocarlo de nuevo ante las protestas de los afectados. «Veremos si cumplen el plazo, porque no se puede tener a la gente esperando sin más», advierte el gestor vilagarciano.