El individuo que disparó al aire guardaba en su casa material procedente de diferentes robos

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La policía sospecha que el hombre cambiaba cocaína por objetos sustraídos además de trapichear

28 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos hechos sin aparente conexión, como las oleadas de robos en automóviles que con cierta frecuencia se reproducen en la ciudad y la detención del individuo que la semana pasada disparó al aire en un bar de Santa Eulalia, podrían estar relacionados de alguna manera. Esta la hipótesis que comienza a cobrar forma entre los agentes de la Policía Nacional en la capital arousana a raíz del registro practicado en el domicilio del sujeto que empuñó la pistola. Además de descubrir un pequeño arsenal, 360 gramos de cocaína y aparataje para el calibrado y distribución a escala modesta de la sustancia psicotrópica, los investigadores hallaron en la vivienda toda una serie de objetos que, de acuerdo con las averiguaciones emprendidas para comprobar su origen, procederían de diferentes robos.

Parte de ese material puede rastrearse, de hecho, hasta alguna de las denuncias interpuestas por las víctimas de aquellos asaltos a vehículos estacionados, que se sucedieron en zonas como Fontecarmoa, A Lomba, A Escardia y el entorno del parque del Doutor Fleming. Alrededor de una treintena de dichos robos se atribuyen a una misma persona, un sujeto que no bien abandonaba los calabozos se aplicaba de nuevo al saqueo de automóviles para aplacar sus adicciones, ser detenido otra vez y acabar por enésima ocasión en Comisaría, trazando un círculo incesante.

Estos indicios llevan a los agentes a sospechar que el individuo apresado el sábado de madrugada por abrir fuego en Santa Eulalia, además de trapichear, intercambiaba también cocaína por objetos sustraídos. Sobre el hombre, que el lunes ingresó en la prisión de A Lama, penden acusaciones por un delito contra la salud pública, amenazas, desobediencia y tenencia ilícita de armas. El tipo llevaba encima una pistola de 38 milímetros, la misma que acabó disparando tras ir a buscarla a su casa para zanjar así la discusión que había emprendido en el interior del bar. En su domicilio, el sujeto, de origen colombiano y unos 50 años de edad, guardaba un peculiar arsenal, catana incluida.