La vilagarciana del Club de Tenis O Rial entra en la carrera por las dos plazas españolas en el Europeo Individual Sub-14, y en abril disputará un torneo barcelonés limitado a ocho raquetas
24 feb 2016 . Actualizado a las 05:05 h.Con su primera experiencia internacional con la camiseta de la selección española todavía asentándose en su cabeza, la vilagarciana Jéssica Bouzas escribía la pasada semana dos nuevas líneas en un currículo deportivo que dibuja un prometedor futuro en el mundo del tenis profesional de continuar con su actual ritmo de crecimiento, y toparse con ese punto de suerte siempre necesario en la vida. Dos semanas después de competir en la fase previa de la Winter Cup Sub-14, el Campeonato de Europa de Invierno de Selecciones Nacionales, la jugadora del Club de Tenis O Rial protagonizaba dos grandes noticias. La primera, su triunfo en la Babolat Cup de Galicia, el torneo autonómico clasificatorio para la fase final del torneo del mismo nombre, que del 13 al 17 de junio reunirá a las mejores raquetas de la las categorías Sub-12 y Sub-14 en el U.C.J.C. Sports Club Sek de Madrid. La segunda, la invitación que los organizadores del Trofeo Conde de Godó han cursado a la perla del tenis arousano para participar en la segunda edición de su Torneo Sub-14, a disputar en paralelo a las jornadas centrales del Master 500 del Circuito Mundial de la ATP barcelonés, que del 16 al 24 de abril alcanzará su edición número 64 como una de las citas con más solera del tenis mundial.
Las dos últimas picas en Flandes de Jéssica Bouzas tienen un extraordinario valor, aunque por diferentes motivos. En el caso de la Babolat Cup, por sus elevadas plusvalías potenciales. En el del Trofeo Conde de Godó, por tratarse de un evento de una criba superlativa, con dos cuadros, masculino y femenino, limitados a tan solo ocho jugadores.
Yendo a la Babolat Cup, la deportista vilagarciana tiene ante sí una de las dos vías de acceso a las dos plazas españolas con derecho a disputar el Campeonato de Europa Individual Sub-14. Con el ganador y ganadora de la fase final del mes de junio en Madrid haciéndose con una, algo que ya había conseguido el santiagués Rafa Izquierdo en el 2014, entonces también pupilo como hoy lo continúa siendo Jéssica Bouzas del vilagarciano Daniel Otero Walters en el C.T. O Rial. El otro puesto en la cita continental se dirimirá en el Trofeo Manuel Alonso, el Campeonato de España Individual para los Sub-14.
Otro vilagarciano, subcampeón
La superioridad demostrada por Bouzas a la hora de imponerse en la fase gallega de la Babolat Cup, disputada en las instalaciones del Círculo Mercantil e Industrial-Club de Campo Ferrol, resultó insultante. Cediendo tan solo cuatro juegos en los ocho sets que disputó entre los octavos de final y el partido por el título. Este último, solventado por 6-2 y 6-0 frente a una todavía alevín -Jéssica es infantil- Eva Álvarez (C.T. A Coruña). Esta última, clasificada para la fase final del torneo como campeona previamente de su categoría de edad.
También en el cuadro gallego de la Babolat Cup, el compañero de Jéssica en el C.T. O Rial, el también vilagarciano Manuel Fernández Guede, se quedó a las puertas de poder aspirar al título nacional de la categoría Sub-12, perdiendo en la final de Ferrol con Rodrigo Pérez Crespo (A.R.D. Zamorana) por 7-5 y 6-3.
Bouzas cerrará un febrero del 2016 para el recuerdo, con el triunfo el pasado sábado en la final de la Babolat Cup y abierto a principios de mes con sendas victorias en los partidos de dobles de España en la la fase previa de la Winter Cup, en Estambul; frente a Finlandia en una primera ronda con 2-1 final en contra y derrota en su encuentro individual, y Georgia, con 3-0 hispano en la pelea por la quinta plaza final.
Antes de disputar la segunda edición del Trofeo Conde de Godó Sub-14 Jéssica Bouzas disputará a mediados de marzo el Torneo Internacional de Maia, Portugal. Una cita de Grado 1 -el de máxima puntuación- para el ránking Tenis Europe, referente para campeonatos de primer nivel como el Petit As de Tarbes, del que la jugadora del C.T. O Rial quedó a las puertas por un puñado de puntos tras haberse desplazado en coche hasta los Pirineos franceses.