El Arousa vive una temporada en la que camina de conflicto en conflicto
25 nov 2015 . Actualizado a las 15:23 h.Hace diez días, en la puerta del campo de A Lomba y minutos antes de que comenzara el encuentro contra el As Pontes, Manuel Abalo reconocía que más allá de una victoria, casi prefería que el Arousa viviera una semana tranquila. Sus deseos no se cumplieron. El club vive en un estado de excitación permanente justo cuando está en el mejor momento de las dos últimas décadas.
la clasificación
A dos puntos de la cuarta posición.
A pesar de que podría parecer lo contrario por todo lo que está sucediendo alrededor del club, el Arousa está a solo dos puntos de la cuarta posición, que ocupa el Dépor B. El conjunto vilagarciano acumula seis jornadas consecutivas sin perder. Las manifestaciones de pretemporada, en las se apuntaba al play off como objetivo, han añadido un extra de presión.
el respaldo
Dos mil socios y el club saneado.
Más allá de partidos históricos y otras zarandajas (el historial del Arousa guarda una temporada en 2.ª y siete en 2.ª B en setenta años de historia) parece difícil encontrar una situación en el pasado reciente en la que el club esté en una mejor situación. Dos mil socios y unas cuentas saneadas. Ni el más optimista podría aventurarlo hace un lustro.
las formas
Falla la gestión, se alimentan las críticas.
Al Arousa le pierden, a veces, las formas. Multipliquemos los dos mil socios por los dedos solo de una mano para comprobar la repercusión de todo lo que sucede en A Lomba. Más allá de alguna metedura de pata que desde el club no se atajó de manera inmediata, el precedente más inmediato es el mejor ejemplo. El asunto Javi Sánchez estuvo mal gestionado desde su llegada hasta el desenlace.
el cansancio
La cuarta temporada.
Piscis es ya el cuarto técnico que más partidos ha dirigido al Arousa en sus setenta años de historia. Los resultados le acompañan pero él bien sabe que nunca ha sido santo de devoción de una parte de la parroquia arlequinada. No es el único afectado. El capitán, Adrián Camiño, también es blanco de las iras de cierto sector de la grada. El ruido se amplifica por el silencio de la mayoría.
el éxodo
¿Y si se va el presidente?
Manolo Abalo ya amagó con marcharse este verano. El presidente siguió porque casi le empujaron. Difícil imaginar qué podría suceder en el Arousa sin él al frente. El éxodo pone el punto y final a las tragedias griegas