Competición sanciona al San Martín con un partido a puerta cerrada y 121 euros

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

El club asume con cierto alivio el castigo por la agresión de una veintena de sus aficionados al técnico y un jugador rival el domingo

08 oct 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

Con respeto. Con mucho respeto. Así aguardaba ayer la directiva del San Martín la decisión del Comité de Competición y Disciplina del Grupo 5.º de la Primera Autonómica ante el anexo arbitral redactado por el colegiado Antonio Garrido Canosa al término del choque que el pasado domingo enfrentó en el Municipal de Vilaxoán al conjunto arousano y el San Esteban de Be. Un documento en el que el árbitro recogía la invasión del campo por una veintena de aficionados del equipo local acabado el partido, con 1-2 final y gol visitante en la prolongación, y cómo dichos hinchas habrían agredido tanto al entrenador foráneo, Jónathan Fernández, como a su jugador Álvaro García. Los incidentes, finalmente, le costarán al San Martín «un partido a celebrar a puerta cerrada y la correspondiente multa, de 121 euros, por producirse hechos como los que define el artículo 11 del Reglamento -de juego- que se califiquen como graves [...] y se trate de la primera vez en la temporada».

El presidente del San Martín, Pepe García, confesaba ayer que «dentro do malo, é o mal menor». Y no porque refrende la versión del colegiado, que informó en su anexo arbitral de que el técnico visitante «fue sujetado y golpeado a la altura de la espalda» y el futbolista Álvaro García «sujetado y golpeado con varios puñetazos a la altura de su tronco». Lo del mal menor apuntado por el mandatario vilaxoanés obedece al temor a que desde el órgano sancionador se pudiese tirar del poco edificante historial al respecto del club durante años, con comportamientos que sus actuales responsables se han venido aplicando en desterrar desde que hace cinco temporadas se pusieron al frente de la entidad.

En este sentido, Pepe García recordaba cómo no hace tanto «o equipo tivera que xogar un partido no Manuel Jiménez». Concretamente, a finales del 2010. Entonces por una tangana entre jugadores del conjunto local y visitante al término del encuentro, que les costó además varias jornadas de suspensión a tres futbolistas del San Martín y a uno del Tomiño.

Conocido el anexo arbitral del pasado domingo, desde las oficinas del San Martín se enviaron una serie de alegaciones en descargo del club. «Poñiamos que fora un incidente illado. E que fumos nós, a directiva, os que chamamos a Policía. Ademais, cando un xogador é agredido, o primeiro que fai é comunicarllo ao árbitro, e neste caso non foi así. No anexo semellaba que se montara unha batalla campal, e non foi así», dice García.

Reforzará la seguridad

En todo caso, Pepe García reconoce que los directivos del San Martín se hallaban en el momento del inicio del tumulto en el extremo contrario al lado del campo donde se produjeron los hechos violentos denunciados por el colegiado, a la altura de los nuevos vestuarios. Por ello, preguntado por si el club tomará medidas con sus aficionados implicados, el presidente dice que «o mal xa está feito, e cada un vai contar a súa versión» de un partido en el que el San Martín se queja de la actitud provocadora del técnico rival y uno de sus futbolistas. Lo que sí harán García y sus directivos es «reforzar a seguridade, personándonos nos descansos e nos finais dos partidos no camiño aos vestiarios».