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Miguel Piñeiro muestra su obra en Ourense.
Miguel Piñeiro muestra su obra en Ourense. santi m. amil< / span>

Magnífica exposición de Miguel Piñeiro en la Galería de Arte Visol

06 oct 2015 . Actualizado a las 11:48 h.

«Nada se parece menos a lo real que la realidad misma», César Galicia.

El hiperrealismo de Miguel Piñeiro se extiende a las intervenciones que ha proyectado para el espacio expositivo que constituye la galería de Arte Visol.

Traslada la percepción del sujeto sobre el objeto, haciendo desaparecer el plano del cuadro, eliminando la distancia que va desde el espectador al cuadro intervención y del cuadro-intervención al objeto representado. Ese profundo interés por el hiperrealismo radical, no rechaza otras tendencias plásticas, integrando una pincelada que ausenta la presencia del artista por su rotunda objetividad, como en la obra de César Galicia.

Obra intelectualizada

Es, por tanto, radicalmente innovador en temas y técnica, desplazando el bodegón tradicional a la representación de objetos de la cotidianidad mas dispares: juguetes, anotaciones, fotografías y en la disposición de los mismos a través de múltiples guiños autobiográficos e irónicos basados en el trompe l´oeil , retomando el discurso conceptual de Magritte y Madoz sobre la percepción de las imágenes y una revisión revolucionaria del ready made de Duchamp, alterando el objeto mismo e invirtiendo el concepto de realidad. Es, por tanto, una obra intelectualizada y conceptualizada, llevada a cabo con una técnica laboriosa para esta muestra y consiste en una mezcla de pintura, escultura, juegos perspectivos y trampantojos, con resultado similar a los peces de Riusuke Fukahori fosilizados en el medio acuático, que son dibujos realizados en distintas capas de resina creando un efecto de tridimensionalidad. Sus peces son figuras hiperrealistas sobre distintos soportes, tales como cajas de madera, cubos o cuencos, intercalando pincelada acrílica y película de resina que aporta el realismo del agua y su verismo en goteos, chorreos, ondas y los efectos móviles de sus reflejos, integrando papeles, hojas o pétalos para falsear un microcosmos, descuidado y caótico en cada artefacto proyectado y calculado hasta el límite.

Piñeiro capta y congela el instante generando planos, tanto horizontales como verticales, alterando el concepto de pintura como soporte parietal. Influido por la pintura fotorrealista americana de los 60-70, el cuadro escaparate y sus reflejos en el cristal, en el acabado de la obra homogeneizando la superficie.

Interés por la cultura nipona

El título de sus artefactos descubren su interés por la cultura nipona. En Koi1 realiza una magnífica recreación de un lavabo en la integración de un elemento real (grifo encastrado en mueble-cajón) y el elemento construido, intervención en la que brota el agua bajo el grifo abierto creando una serie de matices que hacen dudar sobre la realidad de las imágenes y sus traiciones.

La carpa, en efecto 3D discurre entre pétalos de rosa y papeles mojados, en las ondas que describe el agua al caer. Curiosa reflexión sobre la vida, la falta de libertad del hombre contemporáneo y la ausencia de raíces con el medio natural. Subyace en el pensamiento un aterrador memento mori que alarga la agonía del pez arrancado de su hábitat. Los pétalos sugieren un póstumo homenaje, como las palabras perdidas en el olvido. En Koi2, resuelve óptimamente el artefacto plástico con el mismo discurso que el ready made. El objeto real, intervenido, refuerza su presencia como volumen y espejo en el cubo metálico que equilibra la composición y fusiona los distintos elementos que lo componen estructuralmente, reviviendo la sensación del instante inmediato, la frescura del animal palpitante que subyace bajo capas de resina, burbujas construídas con el estricto control de la imagen mental.

«Pez negro» Metáfora de dualidad y objeto que interviene y dialoga con el espacio. El exterior impermeable del paraguas y el interior humedecido por deseos, fotos y recuerdos que viajan al ocaso del olvido en un barquito de papel bajo la lluvia de la libertad. Ejet consiste una obra realizada para el espacio Visol y homenaje a su hija Julia. Se integra en el marco visual expandiéndose a través del espacio que simula una pared de ladrillo a base de acrílico en distintas gradaciones cromáticas, con los arañazos y heridas del paso del tiempo y la erosión, corroyendo, como la humedad, un corazón a la intemperie, consiguiendo un efecto real en las texturas de arena y cemento y en el volumen que del mismo soporte plástico se adelanta. La pieza se presenta como entidad.

crítica de arte