El presidente del Liceo-Casino sostiene que este problema no es nuevo. Muy al contrario, recuerda, de él se ha hablado a los socios en asambleas recientes. Sea como fuere, Antonio Castro considera que la situación es lo suficientemente seria como para convocar de nuevo a la familia liceísta a una reunión general que tendrá lugar el 4 de septiembre en la sede de la calle Castelao.
El orden del día se limita a cuatro puntos. En primer lugar, la lectura del acta de la última asamblea para su aprobación. Informar del resultado adverso del juicio que ha enfrentado a la sociedad con Abanca, como entidad heredera de Caixa Galicia, y la adopción de medidas ante el problema económico que este revés supone para el Liceo completan los asuntos a debate junto a un turno final de ruegos y preguntas. «Se trata de defender los intereses de la sociedad y de responder a lo que ha sucedido, teniendo en cuenta que esa sentencia ha sido ya recurrida», explica Castro quien argumenta que, en buena lógica, las decisiones a adoptar deben ser comunicadas, antes que a nadie, a los socios a través de la asamblea.
El presidente liceísta inisiste en que, en su opinión, el comportamiento de la antigua caja no ha sido en absoluto correcto. «Se han llegado a proponer soluciones que ninguna persona responsable podría haber aceptado por una cuestión de ética», afirma Castro. La asamblea comenzará a las ocho de la tarde.