Veinte minutos de discusión para quedar para los jueves a las cinco

La Voz

AROUSA

07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Gaspar González fue el primer concejal que se sentó en el salón de plenos. El líder de Somos Maioría, que se estrenaba como edil, tenía prisa por empezar y aún faltaba algún minuto para las seis cuando ya estaba preparado. El día, y la hora de inicio de las sesiones, provocó, precisamente el primer atasco. En Somos defienden que deben hacerse fuera del horario laboral más habitual y optan por las ocho de la tarde o incluso por los sábados por la mañana. No fructificó la idea. Tania González se encargó de recordar lo que sucede en ese salón con unas largas discusiones que harían inviable acabar antes de la medianoche. La propuesta de que se celebren los jueves a las cinco de la tarde salió adelante con los votos a favor de PSOE y BNG, la abstención de EU y los contrarios de Somos y del PP. Eso sí, tras veinte minutos de intervenciones.

Los cuatro puntos más importantes del día se debatieron juntos aunque luego se votaron por separado y la discusión se hizo con el reloj de tiempo apagado. Pidió Alberto Varela un gesto de buena voluntad a los portavoces para que no se extendieran en demasía pero finalmente tuvo que verse obligado a parar a Tomás Fole, que estuvo veinte minutos hablando de una tacada. En la segunda, afortunadamente, fue más breve. Es más que probable que el reloj vuelva a funcionar en próximas sesiones. 

El debate, como suele ser habitual, se fue a veces por los cerros, no por los de Úbeda sino por los de Rivas Vaciamadrid en este caso, y dejó la anécdota de Tania García poniendo como ejemplo de dislate económico con las concejalías liberadas a Cambados, lugar donde la alcaldesa milita en el PSOE... 

El secretario 

Y puestos a hablar de los sueldos, uno de los nombres que sobrevoló la sesión fue el de Álvaro Carou. Es él el designado para ejercer el puesto de secretario del alcalde. Gaspar González dijo que la sensación en la calle es que se trata de un concejal liberado más y Alberto Varela defendió su contratación, que considera necesaria. Sea como fuere, y hasta que en un próximo pleno ?que tendrá que ser convocado en breve? se llegue a algún tipo de acuerdo sobre las liberaciones y los puestos de confianza, lo cierto es que ni el alcalde ni ninguno de los concejales han comenzado a cobrar sus sueldos y que no lo harán hasta que no se aprueben sus emolumentos por la corporación. Ni ellos, ni tampoco Álvaro Carou.