«A sentenza tamén desminte a tontería de que fora un axuste de contas», afirma la víctima

l. pENIDE pONTEVEDRa / lA vOZ

AROUSA

26 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con cierto tono compungido en su voz, Luciano Núñez Villanueva reconocía ayer que pueden haber pasado casi tres años de la brutal paliza, pero aún siente miedo en su casa, así como señala que las cicatrices psicológicas de la agresión son más duras que las físicas. «Aínda que as queira quitar -as secuelas-, non son capaz. Espero que acaben algún día e que non continúen enriba miña, pero, de momento, as teño».

Ayer este bodeguero de Tremoedo se desplazó hasta la Audiencia de Pontevedra para recoger una copia de una sentencia que, «dalgunha maneira, tamén desminte toda a tontería que habían dito de que fora un axuste de contas. A xente fala tonterías. Foi un roubo simple e llano». Al mismo tiempo, asegura no guardar rencor a sus agresores, así como que no es quien de valorar la sentencia condenatoria.

En este sentido, Núñez Villanueva tiró de la sabiduría popular para referirse al dicho que afirma que «o que as fai, págaas. Neste caso, si fixo un dano e valorárono no xulgado, pois terá que pagalo e punto, pero eu non vivo con rancor na vida». En todo caso, el hecho de no sentir inquina frente a sus agresores, no significa ni mucho menos que no sienta dolor. Por el contrario, «doeme o que pasou e sobrevivín, que é o máis importante», sostiene quien asegura que ya ha pasado página de lo ocurrido: «Eu non teño ningún problema. Isto está no pasado e a vida sigue».