Un informe del sector concluye que la actividad marisquera en la ría de Arousa «non é rendible»
AROUSA
La actividad del marisqueo y la flota artesanal de la ría de Arousa está siendo acosada por tantos problemas que ha acabado por dejar de ser rentable. Esa es la dramática conclusión a la que llega un informe sobre la situación económica del sector elaborado por encargo de las cofradías arousanas.
El estudio se ha realizando estableciendo una comparación entre el año 2004 y el 2014. En ese tiempo, la capacidad productiva de la ría se ha resentido y las capturas sobre las que se construye la economía del sector del mar, también. Pero a ese problema, denunciado hasta la saciedad por las cofradías, se suman muchos otros. Algunos son males que sacuden a toda la población, derivados de la crisis general. En otros casos, son problemas específicos del mar.
El informe detalla, en primer lugar, la pérdida de poder adquisitivo que se ha registrado durante el período estudiado. Partiendo de datos oficiales, indican que «no ano 2014, as rendas percibidas valen un 0,7 % menos que hai dez anos». Hay menos ingresos, valen menos, y mientras «os gastos suman incrementos porcentuais que poden rondar nalgúns caso un incremento do 50 %».
Ha subido, por ejemplo, el IVA, que «incide nun incremento porcentual de grande importancia», sobre todo debido al modelo de tributación del sector. A ello hay que sumar «a implantación de numerosas taxas e o aumento das xa existentes» en el ámbito del sector del mar, lo que supone una mayor presión fiscal sobre el mismo.
El IPC también se ha disparado. «Os prezos das compras de produtos e servizos varios sufriron un incremento medio do 27 %» en la provincia, señala el informe. Pero matiza que esas son las cifras generales, y que «no sector do mar, atopámonos con subidas medias dos servizos e produtos maior ao 27 % provincial». Puestos a subir, lo han hecho hasta los costes laborales en el sector. «Así, no ano 2004 representaban un 15 % da explotación, e no 2014 os custes laborais son do 20 %». Y, por supuesto, se han disparado los gastos en combustible. La gasolina, ha supuesto un incremento de más del 50 %. Hay bonificaciones, sí, pero incluso con ellas se concreta un incremento del 30% del precio por litro.
Si a todo ello sumamos que, por la crisis, el consumo de pescado y marisco ha caído, se completa el cóctel de malas noticias para el sector.