La única jugadora que conoce toda la verdad de los Arxil-Cortegada

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MÓNICA FERREIRÓS

Once duelos de rivalidad después, Montse Gilabert sigue viviendo la cita con el corazón partido, agradecida al club del Lérez por acogerla cuando se quedó colgada en el 2008

06 mar 2015 . Actualizado a las 21:33 h.

El de este sábado en Pontevedra hará el derbi número doce en Liga Femenina 2 entre el C.B. Arxil y la A.D. Cortegada. Un partido de rivalidad con un mínimo común denominador desde su primer acto aquel 22 de octubre del 2005, de nombre y apellidos catalanes: Montse Gilabert.

La base del Portomar es la única jugadora que, salvo infortunio de última hora, seguirá presumiendo de haber disputado todos y cada uno de los derbis. Y de hacerlo, además, como la única que ha lucido la camiseta de ambos conjuntos en su dilatada carrera, a punto de celebrar su 35.º cumpleaños.

Con 25 años vivía su primer Arxil-Cortegada Montse Gilabert. El resultado, 63-57 para el cuadro pontevedrés, en su solitario triunfo hasta que en la segunda vuelta de la pasada campaña las de Mayte Méndez cortaban una racha de ocho victorias del Cortegada. La base cerraba en la Liga 2005/06 el primero de sus dos ciclos como directora de juego del conjunto vilagarciano tras cinco campañas en el vestuario de Fontecarmoa.

Después de dos ejercicios en el Cadí La Seu en LF2 y LF, la catalana apostó por el proyecto del Vinaroz de Castellón de LF2. Pero ya en el primer mes de liga «nos dijeron que no había dinero, y se deshizo el club». Fue entonces cuando el Arxil apareció en su vida. «Llevaba tres semanas sin equipo, y el Arxil se puso en contacto con mi representante. Me salvaron una temporada que iba a ser complicada. Más a mí que no me gusta la inestabilidad». Desde entonces, apunta Montse, «mantengo una relación especial con toda la gente que sigue allí», como su entrenadora, y dos jugadoras que cuentan con tan solo dos derbis menos que la catalana, solo que en su caso siempre con la camiseta verde: Ana Martín -se perdió los de la primera temporada- y Sandra Entenza -no jugó los de la Liga 2011/12-. «En Pontevedra se portaron muy bien conmigo. Estuve muy cómoda. Fueron muy humanas. Se preocuparon mucho por mí», recuerda la memoria viviente del gran derbi.

La incomodidad del cambio

Gilabert no tiene reparo en confesarlo: «Tengo una afinidad especial por ambos bandos». Y por todo lo reseñado, no es de extrañar que en el siguiente duelo vecinal «se me hizo complicado ver a mis ex compañeras del Arxil». Y es que después de pasar una temporada imborrable en Pontevedra, optó en la 2009/10 por iniciar su segunda y actual etapa en un Cortegada recién descendido a la LF2. «Ese día», el del primer derbi tras el cambio de ría, «veía a mis ex compañeras con sus miradas, las risitas...». Todas sanas, aclara. Pero fue «entrar en pista, y centrarme solo en el partido».

Que eso es así quedó especialmente claro en muchos de los derbis en los que participó, con el de la primera vuelta de la temporada pasada mereciendo mención aparte. El 11 de enero del 2014 Gilabert firmaba los mejores números de su carrera en un partido: 19 puntos, 11 asistencias y 6 rebotes, para 35 de valoración. Fue la segunda en el MVP semanal de la LF2, solo por detrás de su compañera Aliaga, con 36 de valoración.

Volviendo a sus recuerdos, Montse habla del último derbi, el de la primera vuelta, como el que más resuena estos días en su cabeza. «Es el que más me duele, porque fue un partido duro e igualado, y lo perdimos en casa».

Saltando de lo colectivo a lo individual, la base subraya el nombre de Tatiana Gómez Kehsler. La ala-pívot chilena ha sido la jugadora que más la ha impresionado en los partidos de rivalidad con el Arxil. «Es muy previsible, pero muy efectiva. Sabías por dónde iba a tirar, pero no podías pararla». No se la encontrará mañana en el Arxil. Claro que ahí estará la MVP de la LF2, Maimouna Diarra.