Condenados el narco Roberto Leiro, su mujer y la hija de ambos por blanqueo

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

Roberto Leiro, de pie, presta declaración en la vista de enero por blanqueo de capitales.
Roberto Leiro, de pie, presta declaración en la vista de enero por blanqueo de capitales. ramón leiro< / span>

La Audiencia de Pontevedra también impone penas de cárcel, como testaferros, a los padres y las hermanas de su esposa

01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia de Pontevedra no creyó ni un ápice al narcotraficante Roberto Leiro cuando aseguró que su vinculación con el mundo de las drogas fue «una ruina total». Es más, considera todo lo contrario, que «se ha venido enriqueciendo con el producto de la venta de sustancias estupefacientes».

Los magistrados lo acaban de condenar a cinco años de prisión por blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas, pena a la que acompaña una multa de 1,6 millones de euros. En la misma resolución se le impone idéntica condena, pero se rebaja la sanción económica al millón y medio de euros, a su mujer, María Teresa Señoráns Cores.

En su caso, se le considera testaferro de su marido. Y no fue la única: «Con la finalidad de ocultar el patrimonio obtenido de las referidas actividades ilícitas», durante el período de tiempo comprendido entre los años 1995 y 2003, se concertó con su esposa, su hija Nuria Leiro Señoráns -tres años y medio cárcel y 170.000 euros de multa- y sus suegros Jose Señoráns Señoráns y la mujer de este, Balbina Cores Piñeiro -ambos condenados a tres años y medio y al pago de 55.000 euros-. Asimismo, también «consintieron en figurar como titulares de determinados bienes cuyo verdadero propietario era Roberto Leiro», las hermanas de Teresa, Josefina y María del Carmen Señoráns Cores, así como el esposo de esta última, Juan Torres Valverde, sobre quienes recayeron seis meses de prisión.

En el caso de estos últimos, los magistrados pontevedreses matizan que, «conociendo que Roberto Leiro había sido condenado por actividades relacionadas con el tráfico de drogas», no adoptaron «las más mínimas cautelas» acerca de la procedencia del dinero invertido en la adquisición de unos bienes en los que, pese a ser propiedad del narco, accedieron a figurar como titulares.

Los magistrados rechazan la tesis de Leiro de que la droga le supuso «una ruina total»