Las revisiones permitieron incorporar al catastro más de 300 inmuebles el año pasado
AROUSA
Los datos de Arousa Sur contrastan con los de Barbanza, con más de 1.300 inmuebles, y con los de Sanxenxo, con 8.000
28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Entre la espada y la pared. Así se encuentran los ayuntamientos gallegos desde que la crisis hizo acto de presencia. Por un lado, los municipios quieren seguir prestando todos esos servicios que, pese a no ser cosa suya, resultan imprescindibles para los vecinos. Necesitan aumentar sus ingresos, pero la subida de tasas se antoja, a las puertas de las municipales, una decisión difícil de tomar. Queda otra vía que explorar: asegurarse de que todo el mundo paga todo lo que tiene que pagar. Es ahí donde cobran sentido los datos que arroja la Dirección General del Catastro, según la cuál en el transcurso del último año se han dado de alta en la orilla sur de la ría más de 300 inmuebles. Muchos de ellos eran edificios que, pese a llevar años en pie, no estaban pagando el IBI que les correspondería. Pero la moratoria, al menos para trescientos propietarios, ha terminado.
«Cada certo tempo, o ORAL-organismo dependiente de la Diputación- encárgase de realizar revisións e actualizacións do Catastro para tentar mantelo ó día. O Concello ten este cometido en mans dese organismo», señalaban ayer desde el Concello de Cambados. En esta localidad, a lo largo del año pasado se dieron de alta en el catastro 87 edificaciones.
En realidad, casi todos los municipios de la comarca han dejado en manos del ente de recaudación provincial la tarea de mantener al día el catastro, registrando las nuevas construcciones y, en ocasiones, también aquellas otras edificaciones que habían logrado escapar a ese censo. «Se se detecta alguén que non paga, inclúese, claro. O que ten que pagar ten que pagar», explicaba la alcaldesa de Meaño, Lourdes Ucha.
Las cifras que arrojan los ayuntamientos de Arousa son muy modestas, sobre todo si se comparan con las de otras localidades próximas. Vean, por ejemplo, el caso de Sanxenxo, donde el número de unidades catastrales detectadas el último año alcanzaba las 8.000. Muy cerca de allí, en O Grove, el dato se queda en 59 viviendas más incluidas en este registro. En Vilagarcía, la cifra crece hasta los 104 nuevos registros, una cantidad que sigue siendo irrisoria si se compara con las 370 de Boiro, las 340 de Porto do Son o las 301 de Ribeira.