PP e Ivil tratan por segunda vez de ratificar las cuentas de Vilagarcía

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La oposición plantó al bipartito conservador en el intento del 26 de diciembre

26 ene 2015 . Actualizado a las 04:58 h.

No está siendo un parto fácil el de los presupuestos municipales de Vilagarcía para el año en curso. El bipartito conservador que gobierna la ciudad tratará esta tarde de aprobarlos definitivamente en un segundo intento después del fiasco del pleno celebrado el 26 de diciembre. Entonces, las prisas de PP e Ivil dejaron fuera del orden del día las alegaciones planteadas por Esquerda Unida y los delegados sindicales de UGT. Craso error, puesto que, si bien por vía postal, las reclamaciones habían sido presentadas en plazo. El alcalde, Tomás Fole, que esperaba que las cuentas pudiesen entrar en vigor el 2 de enero, se vio abocado así a abordar en una nueva sesión, la de hoy, el debate de ambas iniciativas. Y si bien su alianza con el único concejal independiente le garantiza al regidor popular que el documento prosperará sin mayor problema, su deseo de estrenar el año con la planificación de los dineros a punto se ha ido, sin embargo, al garete.

Es más, la corporación de la capital arousana no navega, precisamente, sobre una balsa de aceita. En el anterior pleno sobre los presupuestos, Fole y su gente se quedaron solos ante el plante de la oposición en su conjunto. Los concejales de PSOE, BNG y EU se negaron a votar las cuentas del bipartito ante una convocatoria que, realizada apenas unas horas antes de la sesión, vulneró, en su opinión, todos los protocolos conocidos y el respeto debido a los grupos políticos.

Sea como fuere, populares e indendiente se aprestan a despejar el camino al que será su último presupuesto antes de las elecciones de mayo. Las cuentas se van en esta ocasión a los 26.089.717 euros, con 1,5 millones reservados para un plan de inversiones propias cuya mayor parte se consumirá en completar la reforma de la plaza de abastos.

Las alegaciones de EU y UGT son, ya, el último escollo que la propuesta de Fole debe superar. No faltan cuestiones polémicas, como el informe de Intervención que cuestiona el carácter «político» de las propuestas del grupo que lidera Juan Fajardo o la decisión de permitir que operarios municipales con categoría inferior accedan a cargos de responsabilidad, un paso que el alto funcionariado considera viable en aquellos casos en los que la titulación no resulte esencial.

Todo apunta, en definitiva, a un debate duro, el cuarto que la corporación celebrará desde que, el 1 de diciembre, PP e Ivil llevasen a pleno la aprobación inicial de sus cuentas. Con ellas, la presión fiscal sobre los vilagarcianos se habrá elevado un 4,4 % desde el comienzo del mandato, porcentaje superior al del coste de la vida en el mismo período, puesto que el IPC creció un 3,7 %.