Marisco en Arousa

Uxío Labarta BIÓLOGO

AROUSA

27 ene 2015 . Actualizado a las 17:05 h.

Uno se alegra al leer noticias que le parecen razonables. Incompletas pero razonables. Xunta, Universidad de Santiago y Asociación de Cocederos firman un convenio para mejorar la calidad de los vertidos de esas industrias a las rías. Lo incompleto estriba en que el gobierno podría establecer normas de obligado cumplimiento para esos vertidos. Hace treinta años, en una reunión en Sargadelos en torno a la ostricultura y sus problemas, los biólogos alertábamos de la necesidad de cumplir estrictos protocolos de cuarentena y análisis de las patologías antes de introducir seres vivos en nuestras rías, o en las instalaciones que a ellas vierten como depuradoras o cetáreas. Tal y como aconsejaba ya entonces el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES). Por aquel entonces, en A Galicia mariñeira (1985), señalaba que seguir considerando las rías gallegas como productoras, cuando en realidad eran un gran parque estabulador y regulador de los mercados, impediría alcanzar una capacidad productora cierta. El saneamiento de las rías está lejos de ser el imprescindible. Las lluvias, la mala gestión de las poblaciones, los depredadores como las ouxas, y los furtivos e incumplidores forman parte de una realidad que si se ha transformado no ha sido para mejorar. Lo tanto años negado, el cultivo introducido de la almeja japonesa, es lo que mantiene la capturas, necesitando la suma de las otras cuatro almejas gallegas para igualar la producción de japonesa. La navaja en diez años duplica las capturas, mientras que la nécora, el pulpo y el centollo se encuentran estabilizados en bajas cantidades. Todo ello con las salvedades derivadas de la extracción y venta directa al consumidor. Sin embargo es en la almeja babosa y la japonesa donde en los últimos cinco años se observa una caída. Y sobre todo, es en el berberecho, el marisco emblemático de nuestros arenales, donde se evidencia el drama, pasando de 2.700 toneladas hace seis años, a las 180 de este último. Y aquí sí que está documentado que es por una nueva y virulenta infestación de un subtipo de Marteilia. No es un aviso, es una realidad dramática, que precisa urgentemente de precauciones para evitar su propagación. Introducciones y trasiego de especies sin control ni cuarentena. Ustedes verán.