«Por mí tendría dos hijos, pero mi marido no me dejó tomar anticonceptivos»

La Voz

AROUSA

24 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene 38 años, seis hijos y está divorciada desde hace siete, después de sufrir malos tratos. Desde 19 años que tiene la mayor a 7 que tiene el más pequeño, toda la prole está bajo su cargo, y ella, ni recibe pensión alguna del marido ni tiene trabajo estable. Forma parte de las brigadas del Concello de O Grove que la llaman cuando hay trabajo. Siempre temporal; unas veces limpiando playas y ahora, como limpiadora en el consistorio, hasta el 28 de febrero.

«He sobrevivido gracias a las ayudas de Amigos de Galicia -reconoce-; yo me apaño muy bien y con los paquetes de comida que me dan nos alimentamos todo el mes». Porque desde que se separó, su exmarido nunca le pasó ni un euro, y no solo son seis bocas que alimentar, hay que vestirlas, calzarlas y educarlas, con todos los gastos que hoy en día conlleva. «Los tres pequeños están en la residencia Príncipe Felipe, y vienen los fines de semana y en vacaciones, y allí ya les dan la ropa; los vecinos también me ayudan y me pasan la ropa y el calzado de sus hijos; con eso y con lo que saco cuando trabajo voy tirando; no tengo otra ayuda, porque de pequeña también sufrí malos tratos y con mi familia corté relación».

Transmite fuerza en sus palabras. «¿Que si soy fuerte? No sé si lo soy o si me hicieron fuerte las circunstancias, supongo que no me queda más remedio».

Si ya es difícil sacar adelante una familia numerosa cuando los padres trabajan, más lo es en un caso como el de Josefa. Por eso ella entiende que los jóvenes no se aminen a tener hijos. «No, claro, tal y como están los tiempos no se puede». De hecho, ella habría tenido menos si hubiese podido. «Por mí habría tenido dos, pero mi marido no me dejaba tomar anticonceptivos; era muy celoso, y pensaba que si lo hacía me iba a ir con otros hombres. Cuando tuve el último, en el hospital me dijeron que volviese y me operaban para no tener más; les dije que si me mandaban a casa, mi marido no me iba a dejar. Así que lo hicieron antes de darme el alta».

Eso no quiere decir que se arrepienta de haberlos tenido. «Ahora que los tengo conmigo no, porque son todos muy buenos. Lo que me da pena es que hay familias que quieren tenerlos y no tienen recursos, y otros que pueden, no los quieren tener, o abortan. No me parece justo».