Cuantiosas multas a mejilloneros por excederse en el número de cuerdas

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

AROUSA

Cada batea solo puede tener un máximo de 500 cuerdas de doce metros de longitud.
Cada batea solo puede tener un máximo de 500 cuerdas de doce metros de longitud. mónica ferreirós < / span>

Al menos treinta bateeiros con viveros en el Vilagarcía A han sido sancionados con entre 10.000 y 25.000 euros por incumplir las normas que rigen la producción

18 ene 2015 . Actualizado a las 04:54 h.

Está claro que la tranquilidad no es amiga del sector mejillonero. Justo cuando desde las agrupaciones bateeiras se indicaba que el 2014 mejoró el 2013, aparece un problema de órdago. Mejilloneros con bateas en el polígono Vilagarcía A -al menos unos treinta pero el número seguramente vaya aumentando como la espuma- están recibiendo cuantiosas sanciones, de hasta 25.000 euros. Dice la Xunta que el motivo de que tengan encima semejantes castigos económicos es el exceso de cuerdas y, por tanto, la sobreproducción. Pero el sector rechaza de plano esta cuestión.

Los hechos por los que ahora se multa sucedieron en noviembre del 2014. La Xunta desplegó numerosos medios e hizo una inspección a fondo en polígonos como el Vilagarcía A. En el sector no se recordaba algo así, con varios profesionales y lanchas en las mejilloneras. El caso es que se abrieron numerosos expedientes.

¿Excedían los mejilloneros sancionados las 500 cuerdas máximas por batea que se permiten? Ellos defienden que no. Dicen que lo que ocurrió fue que tenían chicoteos hechos. Es decir, cuerdas dobladas a la mitad para mejorar la producción, ya que a mayor profundidad el mejillón crece menos. Según aseguran, en el Vilagarcía A no hay apenas lugares donde haya los 12 metros de profundidad máximos permitidos por cuerda, de ahí que doblarlas sea la única manera de asegurar la producción.

El caso es que los chicoteos tienen una fecha para poder realizarse. Solo se permiten a partir del día 1 de diciembre y hasta agosto. Y las inspecciones fueron a finales de noviembre, con lo que no estaba abierto el plazo para ello. Los mejilloneros denuncian que la inspección entendió que cada cuerda chicoteada eran dos, y que eso realmente no es así. El único «pecado» que creen haber cometido es chicotear fuera de plazo. Pero la reacción de Mar les parece un exceso.

Así se lo hicieron saber al secretario xeral do Mar, Juan Carlos Maneiro, con quien contactaron distintos presidentes de agrupaciones bateeiras. Tras esas conversaciones, el día 14 de este mes, salió de Santiago una circular informativa en la que Mar explica a qué se deben las multas y afina los criterios con respecto a los expedientes enviados. Es decir, los bateeiros señalan que, con las pautas que pone ahora la consellería, se le reducirán las sanciones en cuanto aleguen. Les da igual. Dicen que no pueden pagarlas.