Izquierda Unida pedirá la comparecencia en el Congreso de la ministra de Trabajo por el conflicto de Lantero

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Cayo Lara visitó a los trabajadores que se mantienen firmes en el campamento de O Pousadoiro

23 dic 2014 . Actualizado a las 09:04 h.

Los trabajadores de Lantero recibieron una visita especial. Al campamento de O Pousadoiro se acercó el coordinador general de Izquierda Unida. Lo hizo acompañado de los diputados autonómicos por AGE Yolanda Díaz y Juan Fajardo. Cayo Lara expresó su solidaridad a los huelguistas, de los que dijo que eran unas víctimas más de las dos reformas laborales «la de Zapatero y la del Partido Popular». «No vemos razonable que se haga un ERE que afecta a 56 trabajadores y que no se va a sostener en los tribunales, como ya ha pasado en los casos de Coca Cola y de Panrico», afirmó el diputado de Izquierda Unida.

Lara Moya explicó a los trabajadores que su grupo va a solicitar la comparecencia en el Congreso de los Diputados de la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, para que aclare qué medidas va a tomar para que los obreros de Lantero conserven sus puestos de trabajo. Izquierda Unida ya presentó recientemente un par de preguntas al gobierno sobre este asunto. «No sé de ninguna razón para que se ejecute esto más allá de la ambición desmedida de la empresa por conseguir más beneficios», afirmó el diputado. «Esto ha sido premeditado», concluyó.

El coordinador federal de Izquierda Unida aseguró a los huelguistas la intención de «hacer ruido» con este conflicto en Madrid para que la problemática de Lantero sea conocida en la capital de España. «No os voy a decir que paséis unas buenas Navidades, porque eso no puede ser con esta situación, pero me gustará regresar un día para celebrar que no ha habido ningún despido y que todo ha sido una crisis pasajera», afirmó. Tras esas palabras, huelguistas y políticos entonaron el «Ou todos ou ningún». Después, alguno de los trabajadores se acercó a Cayo Lara para pedirle un último favor: «Dille a Rajoy que cando veña a Ribadumia, que pase por Vilagarcía».