El fiscal investiga el origen de un patrimonio valorado en 2,6 millones de euros
13 dic 2014 . Actualizado a las 01:36 h.Se le investigaba desde hace más de un decenio y se sentó dos veces en el banquillo, pero esta pasada noche fue la primera que durmió en prisión. Por primera vez desde que está en el punto de mira de la Policía, a Óscar Manuel Rial Iglesias, el Pastelero, no le están saliendo bien las cuentas. Su estado demacrado ayer en los juzgados, con el mismo chándal y las mismas zapatillas con las que fue detenido el martes en su casa, y las lágrimas de su mujer y una de sus hijas adolescentes que pasó a verlo a los juzgados, ya hacían presagiar que la cosa era seria.
Lo confirmó el fiscal de Delitos Económicos de Pontevedra, Augusto Santaló, que tras las declaraciones de los cinco imputados por blanqueo, adelantó que había pedido prisión para el Pastelero y para el abogado acusado de urdir su entramado empresarial, el madrileño J. R. G. C.. Y lo confirmó posteriormente el TSXG: prisión sin fianza para el vilagarciano y para el abogado; los demás, libres con cargos, tanto los otros tres detenidos en Vilagarcía -un matrimonio de Cangas y U. L. B., antiguo compañero de fatigas del Pastelero- como los tres jubilados que declararon en Madrid y que reconocieron que el abogado los llevaba a firmar papeles y que luego les daba una cantidad de dinero.
La investigación que acabó con el encarcelamiento de quien la Policía considera el principal narcotraficante en activo de la ría de Arousa -aunque siempre haya quedado absuelto de los cargos de los que se le acusaba- va en doble sentido. Por un lado, la Fiscalía investiga el origen de 1,5 millones de euros que el matrimonio de Cangas, que carece de ingresos que lo justifiquen, envió en una transferencia al Congo y que podría tener algún tipo de relación con el Pastelero y con su antiguo socio Constante Piñeiro, Costiñas. Por otro, la compra de dos inmuebles -una vivienda en O Rial (Vilagarcía) y una nave en Cangas que el Pastelero había alquilado. La casa era la anterior residencia familiar, y por ella pagaba Óscar Rial la cantidad de 3.000 euros al mes, siempre según los informes que obran en poder del fiscal Santaló. Pero hay, además, un seguro médico del que son beneficiarios el Pastelero, su mujer y sus hijas, y cuyo tomador es la misma empresa a cuyo nombre están las propiedades mencionadas, Construcciones Orvieto. A mayores, hay escuchas telefónicas.