El tráfico de hidrocarburos cae a mínimos históricos en Ferrazo

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Ni siquiera la concesión de la declaración de impacto del 2012 frena el crepúsculo de los depósitos.
Ni siquiera la concesión de la declaración de impacto del 2012 frena el crepúsculo de los depósitos. M. irago< / span>

Los depósitos marcan el peor registro de sus 14 años en funcionamiento

11 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Su entrada en funcionamiento, en el 2000, generó en la ría una movilización social que solo la amenaza del Prestige, desatada dos años más tarde en las mismas puertas del mar de Arousa, pudo igualar. El paso del tiempo y la evolución de este particular mercado han acabado por conseguir lo que ni las manifestaciones impulsadas por la Plataforma y los sectores productivos ni las denuncias interpuestas ante los tribunales y las instituciones públicas fueron capaces de alcanzar: el tráfico de hidrocarburos en los depósitos de Ferrazo se encuentra en plena decadencia. Las 114.119 toneladas de graneles líquidos -la categoría de mercancías en las que se engloban- que refleja su último balance disponible, correspondiente al mes de octubre, constituyen el peor dato de los catorce ejercicios que las instalaciones de Finsa-Foresa llevan en marcha.

Ni siquiera su primer año de actividad resultó tan bajo. Por aquel entonces, los graneles líquidos sumaban 279.120 toneladas, una cifra que, a falta de un bimestre para su cierre, se antoja totalmente inalcanzable ya en el 2014. Nada que ver, por supuesto, con el récord que el parque de hidrocarburos batía en el 2003, haciendo que su categoría de mercancías se elevase hasta las 438.895 toneladas. Eran otros tiempos, los mismos en los que el movimiento asociado a la multinacional gallega sostenía los muelles vilagarcianos.

Sería fácil recurrir, en busca de explicaciones, a la sentencia en la que, a instancias de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), el Tribunal Supremo invalidaba el almacenamiento al por mayor de combustible y derivados del petróleo para operaciones con terceras empresas. Aquello ocurría en el 2009, cuando los balances de los tanques se deslizaban ya hacia su crepúsculo. Es más, la Xunta corregía en el 2012 las deficiencias en las que se basaba el fallo judicial. Básicamente, la ausencia de una declaración de impacto ambiental que la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental le expedía, abriendo la puerta a la recuperación del uso proscrito. Pese a ello y a un ligero repunte al año siguiente, los hidrocarburos no han hecho sino seguir desplomándose en Ferrazo.