O Grove gana tres años después la batalla contra los tablaos flamencos

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

AROUSA

La comisión de gobierno consumó ya el cambio de licencia del último de los diez establecimientos de la localidad que se amparaban en esa fórmula

04 dic 2014 . Actualizado a las 04:54 h.

Hace tres años, cuando el concejal de Seguridade de O Grove emprendió una cruzada para poner en orden las licencias de los establecimientos de ocio de la localidad, sus buenos propósitos parecían ser una mera declaración de intenciones. Una de esas condenadas a acabar enterradas en un cajón porque el terreno en el que se movía resultaba especialmente resbaladizo. Sin embargo, tres años después, el concejal parece haber ganado la partida: la última comisión de gobierno de O Grove aprobó el cambio de licencia para el último de los falsos tablaos flamencos que existían en la localidad.

«O Grove é un territorio libre de tablaos flamencos», decía ayer, con cierta ironía, el concejal Fredi Bea. Todos los locales que durante años se escudaron en esa figura para lograr mejores horarios con menores exigencias han ido poniendo en orden sus papeles. En la mayoría de los casos, adecuando sus licencias a la realidad y declarándose como las discotecas que son.

El proceso ha llevado su tiempo y ha consumido muchos esfuerzos. «Pero conseguimos que todo o mundo fose atendendo a razóns e logramos o noso obxectivo sen pechar nin un só dos locais» que figuraban en los registros como tablaos. No eran pocos. Según el minucioso examen que el Concello realizó tres años atrás del mapa nocturno de O Grove, de la quincena de establecimientos que entonces tejían el grueso de la estructura de la movida meca, diez operaban amparado por esta licencia con reminiscencias andaluzas.

Claro que, de tablaos, estos locales no tenían nada. Según la legislación, los locales que tienen esta calificación son aquellos en los que se desarrollan actuaciones de danza y música flamenca en directo, debiendo disponer de un escenario de madera elevado. Carecen de pista de baile y su principal actividad es la restauración.