Segunda oportunidad para dos emblemas culinarios de O Grove

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MARUXA ALFONSO

La Posada del Mar quiere mantener su espíritu. El Crisol es ahora el Acosta

02 dic 2014 . Actualizado a las 04:53 h.

Los últimos meses del 2012 y los primeros del 2013 marcaron una mala época para la gastronomía grovense. En poco más de medio año, tres de los grandes restaurantes de la localidad meca se vieron obligados a cerrar sus puertas. La crisis económica fue, en parte, la responsable de que el Posada del Mar, el Crisol y el Dorna apagasen sus fogones de forma definitiva, dejando un gran vacío. Hubo quien pensó que era para siempre. Que estos tres buques insignia de la gastronomía meca ya no regresarían. Por fortuna, el tiempo ha demostrado que estaban equivocados. Al menos dos de ellos, el Crisol y la Posada del Mar, han regresado. Lo han hecho de forma diferente. El primero, para convertirse en el Acosta, una marisquería, pizzería con comida casera. El segundo, con la clara intención de conservar el prestigio y la calidad que un día le hizo merecer estar entre los mejores restaurantes de la localidad meca.

Acosta era un restaurante familiar situado en la parroquia de San Vicente. Hace solo unos meses, sus propietarios optaron por trasladar su actividad al centro del municipio. Y eligieron un local tan emblemático para hacerlo como el que ocupaba el Crisol. Allí están trabajando desde el pasado verano. Y, en principio, están contentos. «En principio vainos ben. Aínda veñen algúns preguntando polo Crisol, pero a maioría son clientes nosos», explica uno de sus responsables. Por ahora están dispuestos a seguir en esta nueva ubicación, aunque durante el invierno reducirán su horario de apertura. Solo abrirán durante los fines de semana.

Recuperar el esplendor

Muy diferente es la apuesta que han hecho los nuevos dueños del Posada del Mar. El local que durante más de medio siglo regentó Suso Veiga está ahora en manos de Carlos Chaves. Y este no duda en afirmar que esto es lo único que ha cambiado. «Sigue siendo la Posada del Mar», explica. Porque eso es lo que él pretende. Recuperar todo el esplendor que en otra época distinguió a este establecimiento y lo situó entre los mejores de la localidad. Sus esfuerzos se han centrado en que todo vuelva a ser como antes, para que la numerosa clientela que tenía el local apenas note el cambio. Ni los dos años que ha estado cerrado. «La cocina es la misma y la carta no ha variado en absoluto», argumenta Chaves.

Para poder repetir el éxito en los fogones, el primer paso del nuevo propietario ha sido el de recuperar al personal que atendía en este negocio. Fue duro pero, al final, logró convencer a la misma cocinera que tenía el local para que se ocupara de los fogones. También, al jefe de sala.

Chaves reconoce que hacerse cargo de un local de estas características supone una gran responsabilidad. «La gente sigue buscando la Posada del Mar y el listón está muy alto», argumenta. Él no quiere que sus nuevos clientes encuentren diferencias y por eso considera que «mantener el nivel es muy importante». Aunque la situación económica no es demasiado favorable, este grovense consideraba que era el momento de hacerse cargo de este establecimiento. Solo lleva dos años cerrado. «Posiblemente es mejor arrancar ahora que dentro de dos años», explica, porque los clientes todavía siguen preguntando por este establecimiento.

Buenos resultados

Chaves se muestra, por ahora, satisfecho con el resultado del negocio. «Abrimos en el mes de junio y en solo dos meses hemos tenido 2.480 comensales», asegura. Unas cifras más que satisfactorias para un negocio que acaba de reabrir sus puertas. Pero lo difícil viene ahora, reconoce. «El invierno en O Grove es muy complicado», argumenta. Prueba de ello es que la mayoría de los establecimientos cierran sus puertas, por lo menos, de lunes a jueves. Lo mismo hará la Pousada do Mar. «En principio nos mantendremos abiertos de jueves a domingo», explica Chaves. Reconoce que no será fácil, pero su objetivo es «seguir peleando y luchando» para que este establecimiento siga figurando entre los mejores restaurantes de la localidad. La Posada del Mar y el Crisol tienen ahora una segunda oportunidad. Solo es cuestión de saber aprovecharla.