El jabalí se marcha del Monte Central

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

AROUSA

Cazadores con perros dieron una última batida durante la mañana de ayer por el parque.
Cazadores con perros dieron una última batida durante la mañana de ayer por el parque. m.a.< / span>

El Concello constató que no queda ni rastro del animal y reabrió el parque al público

27 nov 2014 . Actualizado a las 07:31 h.

Ya no hay jabalí en el Monte Central de A Toxa. El ejemplar que el pasado fin de semana llegó al parque de la isla con intención de quedarse, abandonó ya el recinto. Así al menos lo constataron los perros y cazadores que ayer por la mañana realizaron una nueva batida. Tras no encontrar ni rastro del animal, el Concello ha decidido reabrir el parque al público.

Al final, el gobierno local ha conseguido su objetivo de expulsar al animal de la isla sin tener que cazarlo. Nadie sabe por dónde se ha ido, aunque se sospecha que debió aprovechar la bajamar para volver a cruzar a tierra, pero sí se ha comprobado que ya no está. «Normalmente estes animais andan de noite ata a madrugada e hoxe á mañá o rastro era case que inexistente», explicó el concejal de Seguridade Cidadá, Alfredo Bea, tras terminar la segunda batida con perros que se realizó por el Monte Central. La primera tuvo lugar ayer por la tarde. Sin éxito. En ella se consiguió acorralar al animal en el entorno del campo de tiro. Y Bea considera que fue entonces, al verse sin salida, cuando el ejemplar decidió abandonar la isla.

Para comprobar que el jabalí se había ido, el Concello organizó una nueva batida ayer por la mañana. Tres perros recorrieron todo el Monte Central. «Non atopamos nin rastro», explicaba uno de los cazadores al salir del parque grovense. Minutos después, efectivos de Protección Civil procedían a la retirada de los carteles y las cintas que impedían el paso en los principales accesos a este espacio. «Todo animal salvaxe pode ser un perigo, non podíamos deixar o parque aberto porque por aquí pasea moita xente con cans», añadió Bea para justificar la medida que mantuvo este espacio cerrado al público durante dos días.

El edil de Seguridade Cidadá explica que su principal objetivo siempre fue el de espantar al animal, para que abandonara la isla por su propio pie. Explica que dispararle nunca fue una opción, «porque en casco urbano non se pode facer e menos a un xabarín». Por eso las opciones pasaban por espantarlo o arrinconarlo para tratar de cazarlo con una red o con un lazo y, de esta forma, poder sacarlo de la isla grovense.