Del millón largo de euros que el Concello de Vilanova debe en facturas solo tendrá que pagar 109.000. El resto nadie los reclamó dentro del plazo legal, de manera que se ha declarado automáticamente la prescripción de esta deuda. Según explicó el concejal de Economía, Benito Portas, la mayoría de estas facturas hace años que están metidas en los cajones sin que nadie las reclame, bien porque los proveedores han renunciado a cobrar, bien porque las empresas ya no existen.
En el montante de las facturas impagadas hay alguna que se remonta a 1996, pero alrededor de la mitad corresponden al período 2006-2010, según desveló el BNG. A partir de esa fecha, el Concello agilizó el abono de facturas para cumplir el plan de pago a proveedores impuesto por el Gobierno central. La prescripción de estas facturas libera a la contabilidad municipal de un importante lastre pues, aunque no hubiera previsión de pagarlas, seguían figurando y, por tanto, engordando la deuda municipal.
En cuanto a los 109.000 euros reconocidos, el gobierno local no pone fecha para abonarlos pero asumió en pleno el compromiso de hacerlo. El equipo que dirige Gonzalo Durán todavía está lejos de cumplir las directrices del ministerio respecto a que los concellos deben pagar sus facturas en un plazo máximo de treinta días. El de Vilanova tarda más de cien días en hacerlo, dados los serios problemas de liquidez que arrastran las arcas locales. Del pago de facturas y de otros asuntos financieros se habló en el pleno del lunes, cuando la oposición aprovechó para reprocharle al PP su gestión económica al frente del Ayuntamiento. La portavoz del BNG, Carmela Alfonso, acusó al equipo de Durán de «apropiación indebida» y de «enriquecer inxustamente ao Concello», en alusión a las facturas que se dejan de pagar. «Paréceme indecente. Que sexa legal non quere dicir que sexa xusto», añadió la nacionalista minutos antes de votar en contra del expediente de prescripción.
El PSOE se abstuvo en este punto pero no dejó de reprocharle a Durán Hermida, aprovechando el turno de ruegos y preguntas, la deuda que acumula el Concello.
El portavoz socialista, José Luis Tourís, se hizo eco de la declaración del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por la que aconseja a los alcaldes que cerraron sus cuentas del año pasado con déficit que no se presenten a las elecciones. Pero Gonzalo Durán -que ya anunció su candidatura para las elecciones de mayo- no parece que vaya a condicionar su futuro a lo que diga el ministro, y no se cortó a la hora de decir que «yo también quiero que dimita Montoro».
En el pleno se aprobaron, además, dos expedientes de crédito para hacer frente a gastos imprevistos. La oposición criticó especialmente la falta de previsión en los gastos de telefonía y energía eléctrica.