El colegio de A Escardia rinde homenaje a María José Batlle

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

ADRIAN BAULDE

Las muestras de cariño y solidaridad se multiplican hacia la familia y compañeros de la profesora, fallecida el fin de semana

28 oct 2014 . Actualizado a las 04:55 h.

El viernes no fue un día como todos los demás en el colegio de A Escardia. Nadie podía saber, ni ella misma lo sospechaba, que el 24 de octubre del 2014 María José Batlle Calvo dejaría el centro en el que había trabajado durante 23 años para no volver. Una enfermedad voraz, detectada el sábado, acabó con su vida sumiendo en la consternación a familia, a amigos y a la comunidad escolar de la escuela, en particular, y Vilagarcía, en general. Mañana, sus compañeros y sus alumnos despedirán a la maestra con un homenaje que tendrá lugar en el patio de la instalación educativa.

Las muestras de dolor y solidaridad fueron constantes a lo largo de la jornada del domingo, a medida que la noticia iba corriendo de boca en boca. Fueron muchos los vilagarcianos que acudieron al tanatorio para arropar a la familia de María José ante su abrupta pérdida. En el colegio, un grupo de alumnos, presentes y pasados, trabajaron esa misma tarde junto a sus padres y madres en la confección de la pancarta que desde entonces preside la pista de A Escardia, recorrida de dibujos y mensajes de cariño escritos con pinturas de colores.

En el homenaje de mañana, que comenzará a las doce del mediodía, intervendrán los chavales de 5º de Primaria, curso del que la profesora era tutora. También sus alumnos del año pasado, la asociación de nais e pais y probablemente escolares de promociones anteriores que hoy estudian en la Universidad. «Todas as personas que a coñecemos sabemos da súa dedicación, amor ao colexio, profesionalidade e sensibilidade artística da que por fortuna quedan no colexio mostras que sempre nos acompañarán», expresó la dirección en una nota, encabezada por un crespón negro. mientras los pequeños pintaban y escribían frases a su profesora, que colgaban de las columnas multicolor, que la propia maestra se encargó de decorar «Era -decían- unha profe moi boa».