Los vecinos de Bamio exigen a Ravella que concluya sus aceras inacabadas

s. gonzález vilagarcía / la voz

AROUSA

ADRIAN BAULDE

21 oct 2014 . Actualizado a las 11:06 h.

Hubo que esperar la llegada del 2008 y el paso de tres conselleiros del ramo (los populares Xosé Cuíña y el hoy presidente Alberto Núñez Feijoo, y la socialista María José Caride, que desbloqueó la actuación) para que el DOG pusiese por fin dinero, con nombre y apellidos, para la construcción de las aceras de Bamio. Presupuestadas en un lote conjunto con Solobeira y Cornazo, las zonas de seguridad para los peatones se hicieron realidad gracias a una inversión de 240.000 euros. Seis años después, en el tramo final de la calle que articula la parroquia nadie comprende que las beirarrúas no se hayan completado todavía. Tras levantar 3.300 metros, los operarios autonómicos se detuvieron por motivos desconocidos a la altura de la factoría de Tuneureka. Ayer, hartos de accidentes y de ser tratados «coma se non fosemos de Vilagarcía», los vecinos de la zona decidieron exigir públicamente al bipartito conservador que gobierna la ciudad que tome cartas en el asunto.

«Isto é un verdadeiro perigo, quedamos catro casas sen beirarrúas, saír á rúa pode significar caer nun dos moitos buratos que agora tapan as silvas, porque aquí nin sequera as cortan, ou ser collido por un coche, porque aquí xa morreu xente e seguen sen facer nada», denuncia en voz muy alta una de las vecinas, fatigada de las muchas palabras y las pocas, más bien nulas, soluciones.

Desde el inexplicado gatillazo de la consellería, por allí han pasado, asegura otro habitante de Bamio, la alcaldesa socialista Dolores García y el actual ocupante de Ravella, el popular Tomás Fole, «que cando quixo votos veu dicir que el ía rematar a obra». Ahora, le exigen al regidor que cumpla su parte del trato.

Fole duda de que sea este año

El primer edil reconoció ayer que el compromiso existe. No obstante, desconoce en qué momento podrá llevarse a cabo, puesto que la intervención depende de la Xunta. Recientemente, el propio Fole recordó a los responsables de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas la necesidad de rematar las aceras, pero por ahora no se han marcado plazos. Es más, duda el alcalde de que, dada la actual disponibilidad económica, pueda ejecutarse la obra en lo que resta de año. Mucho menos la rotonda final, puesto que implica a otro municipio, Catoira, y la realización de expropiaciones.

«Aquí morreu xente pero seguen sen facer nada, coma se isto non fose Vilagarcía»