A pesar de que la dependienta de una papelería de la avenida Juan Carlos I le echó coraje y se enfrentó al ladrón, no pudo evitar que en la mañana de ayer un individuo se fuese del comercio con tres calculadoras encima.
El suceso ocurrió a última hora de la mañana, cuando la chica estaba sola en la tienda y entró un hombre con aspecto descuidado que empezó a revolver en la caja en la que guardaban las calculadoras. Ella se percató y no solo le llamó la atención, sino que le quitó la caja. El hombre se escabulló como pudo y abandonó el local, pero ella se dio cuenta de que le faltaban tres calculadoras «que seguramente se llevó en el bolsillo», suponía poco después.
De inmediato, los responsables de la papelería Carlín llamaron a la Policía Nacional y le dieron una descripción del presunto delincuente, que supuestamente huyó hacia el SPAD. «Pero dijeron que no vieron a nadie que coincidiese con esa descripción». Sin embargo, empeñadas en recuperar los objetos robados o al menos en no permitir que el hombre se fuese impunemente, la joven se acercó posteriormente a las puertas del servicio de prevención, «y allí estaba», dijo. Eso sí, las calculadoras no las devolvió.