El comité de Lantero sopesa acudir a la huelga frente a los despidos

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La empresa mantenía ayer el despliegue de seguridad con vigilantes y perros rottweiler.
La empresa mantenía ayer el despliegue de seguridad con vigilantes y perros rottweiler. mónica irago< / span>

Los trabajadores sospechan que la empresa ha ido almacenando «stock»

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos son las fechas que definirán el futuro inmediato de Lantero, después de las drásticas medidas de recorte incorporadas por la dirección al plan de viabilidad que presentó a los trabajadores el lunes. La primera apunta a este mismo sábado, cuando los operarios se reunirán en asamblea, a partir de las diez de la mañana, en el auditorio municipal de Vilagarcía. La segunda llegará tres días después, el martes, en la segunda reunión que sentará a la misma mesa a los responsables de la cartonera y a los representantes sindicales de la plantilla. Del resultado de ambos cónclaves depende que el proceso derive hacia una negociación o conduzca a un conflicto laboral. Por lo pronto, la posibilidad de la huelga como herramienta para enfrentarse a los despidos anunciados se ha instalado entre los miembros del comité. Así lo reconocía ayer uno de ellos: «Obviamente, acudir a nuestro derecho a la huelga es una de las opciones que vamos a estudiar».

Los portavoces de los trabajadores consideran que, más allá del discurso que pueda esgrimir, este es uno de los escenarios que la empresa maneja desde hace tiempo. Sospechan, en este sentido, que el incremento de actividad registrado en los últimos meses no obedece simplemente a las condiciones del mercado. «Creemos que la empresa ha estado produciendo por encima de la necesidad real y momentánea para proveerse de un stock y almacenarlo fuera de Vilagarcía», indica el comité. De esta forma, deducen, el grupo cartonero se estaría preparando para la eventualidad de un paro generalizado sin que el suministro a sus clientes se vea afectado, al menos en un primer momento.

Tanto la carga de trabajo, superior, argumentan los representantes de los operarios, a la de años anteriores, como los datos correspondientes a la planta de O Pousadoiro en absoluto justificarían una decisión como la anunciada por la parte patronal. A estas razones suman la presencia de una veintena de contratos a través de empresas de trabajo temporal y de tres contrataciones temporales para hacer frente, precisamente, a las exigencias actuales de la actividad fabril.

La empresa, sin embargo, alega que los resultados económicos del año pasado le sitúan en una situación de riesgo. Y calcula que, de no aplicar esta serie de medidas, las pérdidas acumuladas en los tres próximos años se elevarían a 8 millones de euros.

El plan de viabilidad

En resumidas cuentas, Lantero Galicia quiere extinguir directamente los contratos de doce de sus empleados indefinidos. Otros veinte también abandonarían la empresa, pero se les presentaría una oferta de trabajo a través de segundas compañías, a las que se subcontratarían funciones que actualmente desarrolla directamente el grupo cartonero con operarios en nómina.

A todo ello se le sumaría un contundente recorte salarial, del 30 % para las cerca de noventa personas que continuarían formando parte de Lantero. La dirección echa mano, para justificar semejante decisión, del hecho de que el promedio salarial se sitúe en la fábrica vilagarciana un 47 % por encima de lo que estipula el convenio del sector. Algo que, argumenta la compañía, lastra su competitividad.

Los efectos de la reforma

La reforma laboral auspiciada por el Gobierno del Estado favorece claramente, en episodios como este, los intereses de la parte empresarial. Una vez presentado y argumentado el plan, se abre un plazo de treinta días para la consecución de un acuerdo. Si este no se alcanza, las medidas pueden ser aplicadas igualmente.