Tres entidades bancarias se ven involucradas en la estafa a las comunidades de vecinos

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Las cuentas de los portales fueron vaciadas a través de talones de bajo importe que alguien cobraba para quedarse el dinero

01 oct 2014 . Actualizado a las 04:57 h.

Poco a poco comienza a desentrañarse el ovillo de la estafa de la que han sido objeto una treintena de comunidades de vecinos de Vilagarcía y su entorno. Todo apunta, en realidad, a que la empresa administradora de fincas a través de la que se gestó la operación sería una víctima más dentro de este proceso, aunque obviamente tendrá que hacer frente a las responsabilidades contraídas con sus clientes por la desaparición de un montante global que asciende, al menos, a 140.000 euros. Claro que la gestoría no es la única entidad involucrada en este espinoso asunto. También tres bancos con presencia en la capital arousana, entre los que se distribuían las cuentas que han sido vaciadas, se han visto afectados. Y, muy probablemente, tendrán que recurrir a sus respectivas pólizas de seguro para responder ante los portales estafados de las cantidades volatilizadas, en caso de que se demuestre que los talones utilizados como herramienta del fraude fueron falsificados.

Por ahora, todos los casos detectados, alrededor de 27, corresponden a comunidades que gestionaba directamente una empleada de la compañía administradora, que se quitó la vida hace pocas semanas. El único imputado por el momento es un hombre con el que se la relacionaba. Tras ser detenido y prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia Número 1 de Vilagarcía, el sujeto quedó en situación de libertad provisional como presunto colaborador necesario en la estafa a los entes vecinales.

Siempre al portador

Fuentes del entorno empresarial aseguraron ayer que los talones empleados en estas operaciones habrían sido firmados por el individuo en cuestión, razón por la que este habría sido encausado pese a carecer de relación laboral con la gestoría, en la que sí trabajaba la mujer fallecida.

El meollo de la estafa apunta al mal uso de los talones que los presidentes de las comunidades involucradas debían firmar a la hora de liberar determinados gastos, especialmente en episodios tan frecuentes como las derramas para la ejecución de obras de diversa índole. Estos recibos, con los que acostumbran a trabajar las gestorías, serían entregados al banco para retirar dinero de las cuentas de los portales, dinero en efectivo con el que la administradora pagaría al proveedor del servicio. Para permitir el cobro al portador y no despertar sospechas, el importe de cada uno de ellos se situaría, por norma general, por debajo de los 3.000 euros.

En este caso, sin embargo, el dinero no iba a parar a ninguna empresa de albañilería, tampoco servían para pagar la factura del gasoil o de la luz. Desaparecía sin dejar rastro, es de suponer que para engrosar el bolsillo de quien cobraba el talón, o el de quien a este se lo entregaba. La lógica, subrayan las mismas fuentes, indica que las rúbricas de los presidentes de las comunidades tenían que ser falsificadas, pues en caso contrario se habrían percatado de que los talones que firmaban jamás llegaban a su destino y que sus cuentas estaban siendo vaciadas.

Derramas en primavera

De la auditoría realizada por la gestoría se desprende que, si bien se remonta al último trimestre del 2013, el problema se interna a fondo en el presente ejercicio, cuando la administración de la empresa, registrada en abril pero ejecutada ya en enero, había cambiado de manos. Varias de las estafas, de hecho, parecen haberse producido con la llegada de la primavera, el momento en que las comunidades acostumbran a reforzar sus fondos con derramas para ejecutar las obras que durante el invierno son inviables.

140.000 ?

Montante total de la estafa

Se habrían visto afectadas alrededor de 27 comunidades de Vilagarcía y su entorno.

3.000 ?

Importe de los talones

Su cuantía discreta evitaría sospechas y permitiría su cobro al portador.