Las perspectivas de este año son tan negras en la ría de Arousa, que ha crecido el número de rañeiros que han decidido darse de baja en sus cofradías, afiliarse a la de Noia, y probar suerte allí. Aunque eso les supondrá un importante desembolso económico, quienes se van confían en las ganancias prometidas. En Noia producto hay, sobre todo berberecho, aunque mucho del que se ve no alcanza aún la talla comercial.
Pero esa no es la única alternativa posible. Sin moverse de la ría de Arousa, hay barcos que pudiendo incorporarse hoy a la campaña de libre marisqueo no lo harán. Productores que disponen del arte de las nasas seguirán utilizándolo ante el fundado temor a que la campaña que se inicia no esté a la altura de las necesidades de un sector que lleva varios años cercado por una crisis productiva muy severa.
Para quienes trabajan con el raño, las cofradías han abierto un pequeño resquicio a la esperanza. En la reunión que la semana pasada celebraron con la Xunta, los responsables de los pósitos trasladaron a Mar una serie de análisis que demostrarían que el reló, una especie que lleva años fuera del catálogo de bivalvos comerciales, podría volver a ser capturado y vendido en las lonjas al haber descendido de forma importante los niveles de plomo que acumula. En estos momentos, la Xunta está realizando sus propias pruebas. Si estas confirmasen la tesis de los pósitos, quizás el horizonte del sector se volviese algo menos negro.