La dirección plantea un recorte salarial del 30 % para el resto de la plantilla
30 sep 2014 . Actualizado a las 10:44 h.Como un verdadero jarro de agua fría. Así cayeron ayer sobre los miembros del comité de empresa los drásticos planes para el futuro inmediato que la dirección de Lantero puso sobre la mesa. La firma de cartonaje se propone despedir a 32 de sus trabajadores en Vilagarcía. Algo que, según los representantes de la plantilla, supera con mucho sus peores cálculos. Pero hay más. La compañía no se contentará con deshacerse de, aproximadamente, la cuarta parte de sus operarios. Como medida complementaria, quienes continúen en nómina verán recortado su salario en un 30 % en caso de que las medidas anunciadas prosperen.
Que lo hagan está, desde el punto de vista de los trabajadores, por ver. Porque, aun bajo la durísima impresión que la postura de la empresa causó entre sus integrantes, el comité reaccionó con una oposición frontal a semejante planteamiento. «No existe ningún dato objetivo en el que puedan escudarse para pretender algo así; de hecho hemos incrementado la producción y estamos haciendo horas extraordinarias; no hay una sola razón para esta verdadera salvajada, que de ninguna forma consentiremos», advierten los portavoces de la plantilla de la que, hoy por hoy, es la principal industria de cuantas sobreviven en la capital arousana, al menos desde el punto de vista del empleo.
La situación se torna complicada para los intereses de los trabajadores, especialmente como consecuencia de la reforma laboral ejecutada por el Gobierno central. Asegura el comité que la empresa pretende recurrir a una fórmula ideada para afectar a un 10 % de las plantillas sobre las que se aplica, no para un porcentaje que puede oscilar entre la tercera y la cuarta parte de los empleados de Lantero en Vilagarcía. Precisar la cifra exacta de los operarios que prestan sus servicios en la planta de O Pousadoiro tampoco es sencillo, ya que al menos una veintena de ellos lo hacen a través de empresas de trabajo temporal y en estos momentos tres personas están contratadas, directa pero temporalmente, para hacer frente a una sobrecarga de trabajo.
Tanto la presencia de ETT, cuestión que en el pasado reciente ha sido motivo de conflicto en el seno de la firma de cartonaje, como los contratos temporales demuestran sobradamente, en opinión del comité, que la carga de trabajo en absoluto ha disminuido. El problema, denuncian, remite directamente a los efectos de la reforma laboral: «Lo que ha hecho Rajoy es lo siguiente; después de un anuncio de estas características se abre un período de treinta días para una supuesta negociación que en realidad no es tal, porque por muy graves que sean las medidas a adoptar se aplican automáticamente a partir de ese plazo en caso de que no se llegue a un acuerdo». De momento, explican los representantes sindicales, los recortes entrarían en vigor aunque posteriormente pudiesen ser revocados por vía judicial.
El comité destaca un último argumento que, aseguran sus miembros, desbarata cualquier razón que la dirección pueda alegar para defender la necesidad de los despidos: «En realidad no eliminan carga de trabajo; lo que quieren es sustituirnos por subcontratas de otras empresas».