Perdida la imbatibilidad siete días atrás ante el gigante Pontevedra, despierto del sueño de verse líder de una hasta ahora desconocida Tercera División en el primer mes del campeonato, el Ribadumia comienza a situarse en la realidad de un recién ascendido. Como la de saber que, al contrario que el de la semana pasada, el duelo que hoy lo mide en Carballo al Bergantiños (17.30 horas) sí forma parte de esa Liga particular en la que debe demostrar ser uno de los mejores para completar con éxito y sin sudores su primera campaña en la categoría.
Porque aunque el Bergantiños es ya un viejo conocido en la Tercera, este año parte como el Ribadumia en modo recién llegado. Y aunque como su huésped hoy lo ha hecho con muchos y buenos fichajes, sobre todo en la línea defensiva (Borja Facal, Compos, Aarón, Deportivo B) y en la medular (Moreira y David García, Pontevedra, Germán, Compos), el cuadro dirigido por Oreiro ocupa puesto de zona de descenso con cuatro empates y una derrota. Eso sí, aunque le falta gol, con tan solo dos dianas en su haber, apenas encaja, cuatro.
Martín, por sanción, es la única baja del Ribadumia; en el Bergantiños lo son Iván Amor, Michi, y probablemente Roberto Piñeiro.