Del Colegio Progreso a la cantera del Arousa con 8 años. Sergio Álvarez ni siquiera llegó a militar en el equipo de su pueblo, Catoira, cazado por el entonces coordinador de la base del club vilagarciano, Manolo Diz. Diz era en aquel momento profesor en el Colegio de Carril, y en un torneo interescolar descubrió a Sergio. «Era un rapaz moi áxil. Non era grande, pero si moi listo», recordaba ayer su descubridor, que conocía a la madre del hoy O Gato de Catoira de darle en su día clase en el Colegio Progreso. Aún así, tuvo que perseverar.
«Diz veu á casa cando Sergio tiña 7 anos, pero díxenlle que non, porque era moi pequeno. Ao ano seguinte volveu», recuerda Concha Conde. Entonces la madre le dijo al guardameta que tenía que esperar a ver qué decía su padre. «Cando cheguei atopeino no salón chorando», cuenta José. En cuestión de minutos Sergio pasó del llanto a la alegría.
«Alédome moito por el, é un rapaz moi humilde e nobre», comenta Manolo Diz. «Ogallá teña sorte. Non llo puxeron doado».