Mar reconoce que habrá «pouco berberecho» en Os Lombos do Ulla

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La Xunta aún no tiene listos los informes sobre los bancos de libre marisqueo a dos semanas del inicio de la camaña

23 sep 2014 . Actualizado a las 04:53 h.

El 6 de octubre -y si la toxina no tiene nada en contra- arrancará la campaña marisquera de Noia. Sobre ella pesan buenos augurios: hay mucho berberecho, aunque más pequeño de lo habitual. En Arousa, los mariscadores de a flote confían en que, más o menos por las mismas fechas, arranque el libre marisqueo. En este caso, las cofradías no saben muy bien a qué atenerse. Al fin y al cabo, tal y como señaló ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana, aún no están disponibles los informes que indicarán si hay o no hay suficiente recurso esperando a ser extraído por los rañeiros arousanos. A una semana de que arranque octubre, «están ultimando os biólogos de zona os informes» que determinarán, entre otras cosas, los topes de capturas.

A falta de datos oficiales, en los pósitos manejan sus propias impresiones. Y auguran una campaña pobre, especialmente en Os Lombos do Ulla, donde el berberecho ha vuelto a ser arrasado. De ese problema sí reconoció tener constancia la Conselleira do Mar. Quintana, que ayer acudió a Vilagarcía a un acto en el barco Irmáns García Nodal. «Nos Lombos do Ulla temos, parece ser, posibilidades de que haxa pouco berberecho», señalaba la titular de Mar. Y acto seguido pidió tiempo y paciencia. «Imos esperar aos datos. Se me pedides unha boliña de cristal creo que me pedides demasiado», dijo para zanjar la cuestión.

¿Y la almeja?

Quienes no paran de darle vueltas al asunto son los mariscadores arousanos, que auguran una campaña aún peor que la del año pasado. Y no solo por la falta de berberecho en la desembocadura del río. Los datos que van recabando aquí y allá indican que las reservas de almeja también son escasas en lo que hasta ahora era el principal banco de la ría. «Este ano nos Lombos non hai campaña. Alí non queda nada», explicaban días atrás desde la cofradía de Carril. Y ese mismo mensaje, descorazonador y oscuro, se repite por todos los puertos de la zona sur de la ría, donde se espera para trazar una estrategia de actuación. No será sencilla. Porque, a falta de Os Lombos, el resto de zonas de trabajo no parecen capaces de asumir, durante seis meses, el trabajo de toda la flota de rañeiros.