Rías Baixas apurará el grueso de la vendimia en cuanto escampe

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

El sector confía en que el tiempo cambie y le permita empezar el martes

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Complicada. Así será la vendimia de este año. Las condiciones meteorológicas parecen haberse aliado en contra de los intereses de Rías Baixas y ponerle difícil a bodegueros y viticultores la recogida de la uva. Las lluvias llegaron justo cuando la denominación estaba pensando en comenzar el grueso de los trabajos. Y el mal tiempo está retrasando una maduración que no da llegado. La nueva fecha de comienzo es el martes. Pero eso será si el tiempo lo permite. Se necesita, por lo menos, un día sin lluvia para que la cosecha seque y llegue a la bodega en buen estado. Y también un poco de calor para que la maduración se complete en aquellas parcelas que no lo ha hecho.

«Esta vai ser unha vendima que poña a proba a capacidade de decisión de cada adega», explica Alberto Barral, director técnico de Condes de Albarei. Programar la recogida de la uva no será este año tarea sencilla. Primero por lo desigual de la cosecha, que está madura en algunas fincas y verde en otras. Y, en segundo lugar, por las condiciones meteorológicas, que no parecen tener trazas de estabilizarse. Viticultores y bodegueros tendrán que conjugar estos dos parámetros para decidir qué conviene más: salvar la cosecha aún a riesgo de que no cumpla los parámetros de grado y acidez o arriesgarse a perderla para que madure.

Las previsiones meteorológicas para los próximos días parece que, en principio, van a conceder un respiro al sector. Se anuncian chubascos dispersos, pero no con la intensidad de los últimos días. Si finalmente el sol luce, la denominación iniciará el grueso de la recogida durante la jornada del martes. «Se hai vento e seca poderiamos comezar o martes», añade Miguel Tubío, director técnico de Martín Códax.

Daños y mermas

Lo que todavía se desconoce es el impacto que estos temporales pasados tendrán sobre la cosecha. Las lluvias han afectado, pues han incrementado el riesgo de Botrytis en algunas parcelas y tirado con el fruto en otras. Por eso nadie confía ya en que la producción de este año vaya a superar los 25 millones de kilos de uva, que era lo previsto inicialmente. «O impacto final non se sabe aínda, pero si que retrasa a maduración», argumenta Tubío. «Haberá que ver como se porta a uva porque ás veces nos sorprende coa súa capacidade de resistencia», sostiene Barral.

Lo que es cierto es que en la denominación de origen tienen todo preparado para que, en cuanto el tiempo lo permita, se pueda recoger la cosecha. La vendimia en sí comenzó, de forma muy tímida, a finales de la semana pasada. Entonces, solo tres o cuatro bodegas habían pedido permiso para recoger la uva destinada a elaboraciones especiales, que no precisan los mismos parámetros que la que se utiliza en el vino del año. A esta recogida se sumaron, a los pocos días, algunas bodegas de las subzonas del sur. Pero estaba previsto que el grueso de los trabajos se llevaran a cabo durante el pasado fin de semana.

Algo que no pudo ser por causa de las malas condiciones climatológicas. Ahora, el sector confía en que el tiempo le dé una tregua y le permita, de una vez por todas, meter la cosecha de este año en las bodegas. Solo entonces, cuando tenga la producción a salvo, podrá comenzar a respirar tranquilo.