La policía sospecha del individuo que ya robó en una veintena de coches
18 sep 2014 . Actualizado a las 06:59 h.Nada se sabía de él desde la pasada primavera, pero todo parece indicar que el autor de varios robos en coches aparcados en calles del entorno de Fontecarmoa es el mismo que actuó hace meses en distintos puntos de la ciudad y que, al menos en cuatro actuaciones distintas, desvalijó una veintena de vehículos.
El último de los sucesos tuvo lugar la pasada noche en Fontecarmoa y en la calle de O Parque, en O Piñeiriño. Quienes más madrugaron para ir al trabajo o para llevar a sus hijos al colegio se fueron encontrando por el camino con varios vehículos aparcados en las calles y con las ventanillas rotas, por lo que no tardaron en dar aviso a la Policía Local y a la Comisaría de Vilagarcía para advertir de lo ocurrido.
Unas horas después, la Policía Nacional informó de daños en cuatro coches aparcados en la zona y de la interposición de tres denuncias, porque la propietaria del cuarto vehículo aún no había sido localizada. En todos los casos, el ladrón rompió el cristal de la ventanilla de la puerta derecha para poder acceder al interior del vehículo y llevarse lo que encontró; entre el material echado en falta por sus dueños figura un navegador, décimos de lotería, algunas prendas de vestir y varias gafas de sol, el artículo clásico en esta modalidad de robos.
A expensas de las huellas
La Policía Nacional no podía asegurar ayer que se tratase del mismo ladrón que en los casos anteriores, porque todavía no tenía pruebas, aunque esperaba obtener las huellas dactilares que lo aclarasen. Con todo, sospechaba que sí, porque el modus operandi era el mismo que el utilizado entre los meses de febrero y abril, cuando fueron desvalijados unos cuantos coches más en A Escardia, en Marxión y en la avenida de Rodrigo de Mendoza.
De tratarse de la misma persona, el sospechoso es un viejo conocido de las fuerzas del orden de 34 años y toxicómano, que fue detenido en varias ocasiones y que nada más quedar libre vuelve a actuar, porque necesita el dinero para su dosis diaria. Los agentes reconocen que el caso provoca alarma social y lamentan que siga en la calle.