Entre Marea y Somos Maioría

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La presentación de Cerna, colectivo crítico de Anova, marcó un punto de inicio en Vilagarcía.
La presentación de Cerna, colectivo crítico de Anova, marcó un punto de inicio en Vilagarcía. mónica irago< / span>

La teórica conjunción a la izquierda del PSOE habría vencido en Vilagarcía y rozado la mayoría absoluta en O Grove en las europeas

31 ago 2014 . Actualizado a las 06:58 h.

Bien, pues se venía tiempo anunciando y aquí está. Auspiciados por la ruptura del los clichés electorales asociados a las clásicas formaciones políticas, que las europeas de mayo y la irrupción de Podemos trajeron bajo el brazo, llegan a Galicia dos intentos de sumar fuerzas por la izquierda con la bandera común de las candidaturas ciudadanas en las que las siglas queden en un segundo término con la vista puesta en las municipales del 2015. La invitación que Anova sirvió en O Grove a BNG, EU, Podemos y Compromiso por Galicia deja claro cuál es el nicho del electorado en el que se busca un paso al frente. Progresista, si no nacionalista, sí al menos permeable al discurso en clave galaica, y situado teóricamente a la zurda del PSOE. Como en Vilagarcía, en tierras mecas es el movimiento Somos Maioría el que articula este intento de movilización y compromiso entre la ciudadanía. En otros lugares, en A Coruña, en Ferrol, en Vigo, la opción escogida es Marea Atlántica. A riesgo de caer en una ensalada tipo La vida de Brian, conviene precisar en qué consiste cada una de estas dos opciones y dilucidar si existen o no diferencias entre ellas.

Los principios sobre los que se basan son prácticamente los mismos. Pueden encontrarse fácilmente en las redes sociales. Sendos manifiestos que postulan una ruptura con la dinámica de partidos, en los que las decisiones, con mayor o menor grado de consulta a las bases, acostumbran a discurrir de arriba a abajo, el asamblearismo como fórmula y la idea de que, más allá de las siglas, es necesario que los ciudadanos recuperen el protagonismo y se involucren directamente en el proceso electoral para tratar a desalojar de los ayuntamientos al PP, concebido como enemigo de las formas democráticas y los derechos sociales. No es extraño que quienes firman uno de los dos documentos estampen también su rúbrica digital en el otro. De hecho, donde cuaje el movimiento Marea no se presentará Somos Maioría, y viceversa, claro. Entonces, ¿por qué dos en lugar de uno solo?

Marea se concibe más bien como una operación cívica en clave local, centrada en el municipio en el que se desarrolla, mientras Somos Maioría trabaja una idea homologable en toda Galicia, con una clara vocación nacionalista. Ahí radicaría la diferencia. Pero hay otra forma de verlo. La de quienes interpretan que mientras Marea se construye sobre el mantenimiento, si bien en ese segundo plano, de Alternativa Galega de Esquerda, con un fuerte peso de EU, Somos Maioría vendría auspiciado, en cambio, por Cerna y los sectores de Anova que creen que la coalición corre el riesgo de cosificarse en una opción electoral al uso y perder su sentido originario entre el dirigismo. Entremedias, los círculos de Podemos por definir y la necesidad de recuperar para un empeño común los votos escindidos en Compromiso por Galicia.

Aunque el BNG se resiste a este tipo de fórmulas, está en las quinielas -la invitación de O Grove lo demuestra- y es una de las piezas importantes para que algo así llegue a buen puerto. También al PSOE, aunque pueda sorprender, se le ha tanteado en algunas plazas. Tampoco parece que los socialistas estén dispuestos a sumarse a iniciativas semejantes. Aunque, quién sabe, si el Partido Popular impulsa definitivamente su reforma electoral, que desde la izquierda se concibe directamente como un «pucherazo» para evitar la pérdida del poder municipal, la baraja quedará rota y hasta el puño y la rosa podría jugar con otras reglas.

Potencial parece existir. Con los resultados de las europeas en la mano, la teórica conjunción a la izquierda del PSOE habría sido la primera fuerza en Vilagarcía y se habría quedado a 1,5 puntos de esa mayoría absoluta que la reforma popular quiere poner a tiro del 40% de los votos. Es más, el PP meco ni llegaría a una segunda vuelta. Con los socialistas en el ajo, los porcentajes se dispararían a niveles de la gaviota en Cambados, Vilanova, Valga o Ribadumia: 55,8 en Vilagarcía y 61,6 en O Grove. ¿Política ficción?