El alcalde recrimina a la oposición que le insultase durante las protestas convocadas en la Festa do Albariño mientras que PSOE y BNG lo niegan
30 ago 2014 . Actualizado a las 06:50 h.Gobierno (PP) y oposición (PSOE-BNG) de Cambados están totalmente de acuerdo en rescindir el contrato a la empresa Gimnasios Pazos, que actualmente gestiona la piscina municipal de Cambados, pero esta unanimidad expresada en el pleno del jueves se vio enturbiada por el debate que suscitó el tema, que en algunos momentos subió de tono más de lo recomendable. El momento más tenso se vivió cuando el alcalde Luis Aragunde le recriminó a la oposición que participara en las protestas convocadas por los trabajadores de la piscina el 30 de junio, durante la Festa do Albariño. «Fóchedes a insultar sen saber se o goberno estaba facendo as cousas ben o mal. O PSOE e o BNG querían empezar a campaña e buscaron unha desculpa no Albariño co tema da piscina. Houbo moita falta de educación e insultos». Según Aragunde, incluso le llamaron «cabrón».
La disertación del alcalde soliviantó a la portavoz socialista, Fátima Abal, que lo acusó de verter una «calumnia», que pidió que constase en acta. «Eu non insultei a ninguén», apuntó. A Aragunde no le valió la explicación porque, en su opinión, quien se pone debajo de una pancarta donde insultan al alcalde, comparte esta actitud. A partir de ahí el frente dialéctico se abrió entre el regidor y el portavoz del BNG respecto a la honestidad de los concejales.
«Dicir que se é honesto está ben, pero hai que demostralo en tódalas facetas da vida», señaló el nacionalista Víctor Caamaño. A lo que Aragunde respondió: «Ti serás tan honesto coma min, pero non máis». Y Caamaño apostilló: «Que moitos de vós son máis honesto». Para entonces el alcalde ya había tenido que mandar callar a un hombre que estaba sentado en el público, mientras que los trabajadores de la piscina siguieron la sesión en silencio. La plantilla, por cierto, sigue sin cobrar su nómina.
Una vez que el pleno aprobó la resolución del contrato de gestión de la piscina, rechazando las alegaciones de la empresa, ahora la pelota queda en el tejado del Consello Consultivo de Galicia que debe emitir un informe. Y si este informe es favorable, el Concello podrá sacar de nuevo a concurso el contrato. Según el alcalde, este trámite podría solventarse en un par de semanas, si bien es una cuestión que se le escapa al Concello. Lo que tiene claro el PP es que el Ayuntamiento no va a asumir la gestión directa de la piscina, en contra de lo que pide la oposición. Alega Aragunde que sería un costo demasiado alto para las arcas municipales -alrededor de 150.000 euros al año- y que, de este modo, no se podrían garantizar los puestos de trabajo de la actual plantilla de la piscina. «A mellor garantía para eles é subrrogar os empregos no novo contrato. Do outro xeito o manterían ou non. O Concello xestionou este tema a favor dos empregados desde o minuto un», apuntó el regidor.