El Servizo Galego de Saúde (Sergas) reconoce que resulta prácticamente imposible calcular con precisión una media diaria de utilización del aparcamiento no ya del Hospital do Salnés, sino, en general, de cualquier instalación de estas características, dada la elevada fluctuación que caracteriza su actividad. No obstante, en términos globales el Sergas considera que los estacionamientos de los centros hospitalarios se ven al completo al menos dos veces al día, coincidiendo con los turnos de mañana y tarde, con un menor nivel de ocupación durante el turno de noche. Las plazas son utilizadas, obviamente, tanto por los trabajadores del centro comarcal como por los pacientes y sus familiares y visitantes.
En marzo, los usuarios del hospital ganaron un respiro. Fue entonces cuando entró en servicio el aparcamiento provisional propiciado por la Mancomunidade do Salnés en los terrenos sobre los que ahora se ampliará el complejo sanitario. Un cálculo puntual, realizado el día 11 por la mañana, en hora punta, señalaba que en el entorno de las instalaciones, en las que trabaja una plantilla de unas trescientas personas, entre personal propio del Sergas y empresas auxiliares, permanecían estacionados 377 vehículos, que ocupaban todo el espacio disponible. Cuatrocientas plazas en una nueva parcela no parecen, por tanto, una mala solución.
Igualmente razonable se antoja la previsión de que, en el momento en que la ampliación del hospital entre en funcionamiento, se incremente de forma proporcional la plantilla del complejo comarcal. De momento, sin embargo, no existe previsión alguna a este respecto. El propio gerente de las instalaciones arousanas, Bibiano Fernández-Arruti, recomendaba hace semanas ir paso a paso y centrarse ahora en las obras que, según los datos del Sergas, deberían iniciarse antes de que concluya el año. Los trabajos, en fase de contratación, costarán 9,3 millones de euros y se ejecutarán en cuatro fases.