Una turista pierde un diente al caerse en la pasarela de madera de A Lanzada

m. gago sanxenxo / la voz

AROUSA

21 ago 2014 . Actualizado a las 06:54 h.

Una turista de Noalla, Rosa Osset, se encaminó para disfrutar de un día de sol ayer a la playa de A Lanzada, pero en esta ocasión acabó en el Centro de Salud de Baltar, en Portonovo, con un diente menos y con el cuerpo magullado. Fue la última víctima de las caídas que se registran, de vez en cuando en opinión de unos y con frecuencia según otros, en el paseo de A Lanzada.

En este caso, Rosa Osset lo tiene claro. Cayó porque el estado de conservación del entarimado no es el más adecuado para la gente mayor que quiere acceder a la playa. Y recalca que no es la única víctima. «He visto caerse delante mía a mucha gente», señala.

Vecinos de la zona confirman su historia. Hay quien habla incluso de alguna caída con costillas rotas. Comentan que el mal estado de las tablas no reúne las condiciones para pasear. SAL terció este verano en la polémica y reclamó al gobierno de Sanxenxo que gestionase ante O Grove la reparación de la zona más deteriorada del paseo porque este litoral afecta al turismo de ambos municipios. SAL entiende que es urgente una reparación del tramo más antiguo del paseo por su riesgo para los viandantes y que sería conveniente la implicación de Costas.

Curiosamente en la caída de ayer, el accidente ocurrió en el tramo sanxenxino. «A mí no me gusta caminar por las tablas, porque vas a trompicones», indica Osset. En su opinión, el paseo «está con muchos altibajos, vas andando y te caes, hay tramos que están desiguales y otros que están bien. Nunca me había caído así, aunque sí tropezado».

Esta turista precisa que su marido iba detrás y que ella le dijo que iba a salir del paseo, pero no le dio tiempo. La caída vino antes. «Al caerme me he dado cuenta perfectamente, y puse la mano izquierda para apoyarme, ahora la tengo vendada, y con la derecha me he cubierto la cara», relata. «La sangre era muy aparatosa y cuando abrí los ojos me he visto con un diente en la mano», concluye. Ahora solo espera que la Administración tome nota y ponga orden en el paseo.

Por su parte, en el Concello de O Grove negaron que el paseo esté deteriorado y que a ellos no les consta ninguna reclamación por caídas en este verano.