El auto argumenta que la plantilla sí ha recuperado las condiciones previas al cierre de Vilaxoán

La Voz

FIRMAS

21 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El principal escollo al que se enfrentan las operarias de Vilaxoán, en su lucha por conseguir la reapertura de la factoría de Cuca, es el hecho de que la misma jueza que firmaba la sentencia a su favor considera ahora que las condiciones originales de trabajo sí se están cumpliendo en O Grove. En su auto, argumenta así que la Justicia no puede inmiscuirse en una decisión estrictamente empresarial si no se vulneran los derechos de la plantilla. Y entiende que esto ya no es así.

La estrategia final del grupo Garavilla, que adquirió Cuca y decidió trasladar a su plantilla indefinida a las instalaciones de Isabel, en O Grove, parece, por lo tanto, haber dado sus frutos. Tras el varapalo judicial refrendado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la empresa optó por no recurrir el fallo y buscar, en cambio, la forma de adaptar el traslado de O Grove a lo que la sentencia exigía. Esto es, la restitución de la plantilla a sus condiciones de trabajo anteriores. El resultado fue un cambio en el esquema de trabajo: las operarias volvieron a fichar en febrero a las seis de la mañana, para ser trasladadas en autobús por cuenta de la conservera hasta la factoría meca. Este tiempo de viaje pasó a computar como parte de su jornada laboral. Algo que, a la vista de su auto, le parece a la jueza suficiente.