Cruza como puedas en A Lanzada

Marcos Gago Otero
marcos gago O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Vecinos y turistas arriesgan la vida por un paso de cebra que ya no está

01 ago 2014 . Actualizado a las 09:56 h.

Un sencillo paso de cebra, una decena de rayas pintadas en una calzada para que paren los coches unos segundos. Los vecinos de A Revolta y los usuarios de la playa de A Lanzada no piden más desde hace años en el entorno de As Salinas, pero chocan con el no rotundo de la Administración autonómica, que aunque repintó la señalización horizontal de la vía a principios del verano, no repuso el paso de cebra del que se servían los vecinos y que desapareció hace años cuando se hicieron las obras de la vía rápida. Con las cosas de esta forma, cientos de personas, quizás miles en un fin de semana de tórrido calor, arriesgan la vida cruzando por donde no deben, o por donde sí debieran, dependiendo de la óptica que cada uno adopte en la polémica.

La Administración autonómica entiende que este no es el lugar idóneo para pintar un paso de cebra y remite a los usuarios a otros puntos para cruzar la carretera PO-308. De hecho, en el proyecto de reforma de esta carretera, tantas veces anunciado y que por ahora no tiene fecha de licitación siquiera, se prevé que los viandantes tengan que ir hasta la otra rotonda. Una vez allí, los peatones tendrán que cruzar y volver sobre sus pasos para realizar lo que, de otra forma, ocupa menos de un minuto. La Xunta alega la seguridad vial en este entorno como la razón para su negativa.

Sin embargo, los vecinos no lo entienden así. Y sobre el terreno la situación también es extraña. Una carretera de servicio que discurre paralela a las antiguas salinas enlaza la PO-308 con las viviendas de A Revolta. Muchos vecinos usan este vial, que por su aspecto es más bien un camino, para desplazarse entre la playa y sus casas. Lo hacen tanto en verano como en invierno.

A llegar a la carretera autonómica, un stop advierte a los vehículos, pero no hay ninguna señal para los viandantes. Se da por hecho que no pueden cruzar por allí, pero la tentación es demasiado grande. A escasos metros, justo enfrente, se encuentra uno de los accesos a una de las playas más famosas de Galicia. Y claro está, la mayoría no se resiste a atravesar la calzada.

El Concello de Sanxenxo no puede atender a las peticiones de los bañistas y peatones sobre este tema porque no tiene competencias, aunque en su momento desde el PSOE se instó al gobierno local a conseguir que la Xunta fuese más sensible a las peticiones de los vecinos.

Entarimado deficiente

La cuestión del paso de cebra de As Salinas no es la única polémica de actualidad en A Lanzada. El portavoz de SAL, Gonzalo Pita, denunció ayer el pésimo estado de la pasarela de madera en el tramo que discurre entre los concellos de Sanxenxo y O Grove. Se trata del paseo ejecutado por Costas hace quince años como parte de su fase uno.

El entarimado, diseñado para facilitar el paso de los viandantes, parece más una carrera de obstáculos. Pita resaltó que en este tramo hay «tablas sueltas o rotas, tornillos levantados, paneles informativos oxidados y algún tramo sin protección lateral con más de un metro de altura». El grado de deterioro es alto, como ha comprobado más de un peatón despistado que acabó en el suelo.