El afluente que cruza un garaje continúa vomitando aguas fecales de forma directa al río de O Con
31 jul 2014 . Actualizado a las 06:55 h.El esfuerzo realizado recientemente por el Concello de Vilagarcía para revitalizar el paseo fluvial de A Coca -una inversión de 30.000 euros con la que se sustituyó la antigua pasarela de madera por una senda de material arenoso- está a punto de naufragar ante la suciedad que domina uno de los parajes más relajantes de la capital arousana. «Esto la verdad es que es un desastre, porque ahora que el río estaba cogiendo algo de vida, esta asquerosidad de tubería no deja de verter porquería», indicaba ayer un vecino, que se aproximó al lugar atraído por la presencia de una fotógrafa y el deseo de denunciar la situación en la que se encuentra el parque.
No es el único foco de inmundicia, pero el punto en el que el célebre afluente que atraviesa un garaje deposita sus aguas en el cauce de O Con es, sin duda, el peor de todos ellos. Resulta difícil imaginar cómo los propietarios de las 159 plazas de estacionamiento del subterráneo han soportado durante más de tres lustros la acequia abierta por la que discurre todavía este regato. Porque su contenido desprende un olor nauseabundo, que convierte un lugar umbrío y arbolado, llamado a ser lugar de descanso y juego en verano, en una cloaca de la que apetece escapar. Esta infeliz desembocadura continuaba ayer vomitando fecales directamente sobre el río, tal y como se encargaba de señalar el vecino. «Lleva días así, un desastre», insistía el hombre, cabeceando.
Las conexiones absolutamente irregulares de conducciones que deberían haberse enlazado a la red de saneamiento fueron descubiertas hace años por Augas de Galicia. Y no parece que el problema vaya a solucionarse antes de que el organismo autonómico ejecute la nueva canalización del afluente, separándolo definitivamente de su descabellado garaje con acequia. La intención de la Xunta pasaba por iniciar los trabajos este mismo verano, pero en el pleno del lunes, el alcalde, el popular Tomás Fole, reconocía no saber en qué momento se pondrán a trabajar las máquinas. No solo el agua fecal, también la falta de civismo contribuye a ensuciar el parque de A Coca y el río de O Con, que ayer lucían tomados por papeles, bolsas y todo tipo de desperdicios.
La falta de un mínimo civismo siembra el parque de papeles y todo tipo de residuos